En un drama humanitario se convirtió el problema de los migrantes ilegales que por Urabá tratan de pasar la frontera con Panamá con destino a Estados Unidos, pues el cierre de la frontera del país centroamericano los tiene varados en la localidad de Turbo, donde sufren dificultades.
Así lo denunció en las últimas horas el defensor del Pueblo de Urabá, William González de La Hoz. El funcionario lanzó una alerta al considerar que se puede desatar un problema de salud pública, ya que los migrantes no están recibiendo atención médica y muchos están con sus familias, incluyendo hijos menores de edad y mujeres embarazadas.
“Ellos están durmiendo en la calle, en las playas de Turbo y a la intemperie”, afirmó de La Hoz.
El martes en la tarde, tal como estaba anunciado, se realizó un consejo de Seguridad en el municipio de Turbo en el cual se analizó la situación de estas personas, que provenientes de Cuba, Haití y de países asiáticos y africanos, buscan cruzar Panamá para llegar a Estados Unidos y cumplir así el llamado “sueño americano”.
El secretario de Gobierno de Turbo, Emélides Muñoz, dijo a EL COLOMBIANO que no es fácil calcular cuántos migrantes están represados en su localidad, pues algunos hoteles no los registran, por lo que viven en casas de familia o deambulan por la población, “pero el número de cubanos, haitianos, asiáticos y africanos que aún esperan pasar a Panamá y están en Turbo son entre 150 y 200 personas”.
Esta cifra fue confirmada por el director General de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, quien precisó que este grupo ha recibido atención humanitaria de las autoridades de migración y la intención es “deportarlos en un vuelo especial hacia el último país por el que hicieron tránsito”, que en este caso sería Ecuador, nación con la que en día pasados se firmó un protocolo para garantizar su integridad.
Migración Colombia, así como el secretario de Gobierno de Turbo confirman que el drama de estas personas es aprovechado por las bandas criminales que les ofrecen llevarlos a Panamá, pero en algunos casos los dejan abandonados en la selva o el mar.
“Muchos de los migrantes cubanos reciben recursos de familiares en Estados Unidos y esto es lo que están aprovechando los delincuentes para robarles”, advirtió el funcionario de la Alcaldía de Turbo.
Christian Krüger Sarmiento sostuvo que el tráfico de migrantes es el tercer delito más lucrativo a nivel mundial, después del narcotráfico y el tráfico de armas.
Este año, han sido detectados cerca de seis mil migrantes intentando pasar la frontera con Panamá, lo que motivó a las autoridades a incrementar los controles del Grupo de Policía Judicial de Migración Colombia, que en los dos últimos años ha capturado a 49 personas implicadas en este delito.
Esta lucha ha permitido notar un descenso en las detecciones de migrantes en la región, pasando de un promedio de 80 a 40 por día.
El coronel Javier Sierra, comandante de la Policía Urabá, dijo que el cierre de la frontera es solo en el puesto fronterizo de Sapzurro (en Acandí, Chocó), pero la frontera tiene 225 kilómetros, según él, difíciles de controlar. También aclaró que solo se restringe el paso de migrantes, no de colombianos con documentos.
Informó que la semana pasada, procedentes de Brasil, llegaron 20 nuevos migrantes entre cubanos y haitianos.
Se espera que como resultado del consejo de seguridad realizado en Turbo, con participación de las autoridades Migración Colombia, la Armada, la Policía y otras instancias gubernamentales, el alcalde de la localidad, Alejandro Abuchar, viaje directamente a la capital Bogotá a buscar apoyo del Gobierno y sobre todo soluciones a este drama humanitario, que su localidad es incapaz de atender.
