En los 17.715 accidentes viales que se han registrado en Medellín entre enero y mayo de este año, 90 personas perdieron la vida, 15 casos menos que los presentados en el mismo periodo de 2017 (ver gráfico).
Esa reducción implicó que Medellín fuera la ciudad capital del país con la disminución más alta en cuanto a personas fallecidas en accidentes viales, según el más reciente reporte de la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
Ese informe indicó que a la capital antioqueña le siguen Pasto y Valledupar con 11 víctimas fatales cada una.
El reporte de la Agencia también evidenció que de las víctimas fatales de Medellín, el 90% son peatones y motociclistas. De las 90 víctimas, el 85% son hombres y el grupo más afectado son los jóvenes entre los 20 y los 30 años de edad, con el 27%.
Alejandro Maya, director de la Agencia, contó que las muertes se dan principalmente por politraumatismos en la cabeza; que los rangos horarios en los que más se registran accidentes son entre las 12:00 m. y 3:00 p.m., las 9:00 p.m. y 12:00 p.m., y las 3:00 a.m. y 6:00 a.m., y el día de más accidentes es el domingo.
Por ello, Maya reiteró la necesidad de enfocar las estrategias institucionales en la protección de peatones y motociclistas, pues son los actores más vulnerables de la vía. También recomienda adelantar más operativos de control los días festivos.
“Hay que reconocer el trabajo de las autoridades locales, pues durante el Congreso Internacional de Seguridad Vial, en febrero pasado, se conoció que Medellín y Antioquia eran los territorios con las cifras más preocupantes en el país”, dijo Maya.
No obstante y a pesar de que hubo 15 muertes menos en los primeros meses, la capital antioqueña se ubica en el tercer lugar de mortalidad en las vías detrás de Bogotá y Cali, que entre enero y abril tenían 162 y 124 víctimas respectivamente.
Educación como apuesta
Humberto Iglesias, secretario de Movilidad de Medellín, valoró el reconocimiento de la entidad nacional e indicó que la reducción corresponde a las diferentes estrategias de educación vial adelantadas en la ciudad, sin desconocer la necesidad de llevar esas cifras a lo mínimo posible.
Entre las estrategias resaltadas por la Agencia, se encuentra el urbanismo táctico, el cual, según Maya, es una iniciativa que le genera espacio seguro al peatón. La misma consiste en hacer modificaciones e intervenciones físicas como señalizaciones llamativas en el suelo o modificaciones en su textura, cambios de trazados lineales en las calles, y estructuras como jardineras o separadores, para lograr así, calmar el tráfico, disminuir la velocidad de los vehículos y, finalmente, disminuir el riesgo para todos los actores de la vía.
En la ciudad, barrios como Laureles, Conquistadores y La Playa, se han beneficiado con estas intervenciones.
De acuerdo con la secretaría de Movilidad, el objetivo es fortalecer la cultura en las vías a través de programas de educación vial, que este año han contado con la participación de 102.085 personas en calles, instituciones educativas, empresas y otros lugares.
A eso se les suman los 2.005 controles y operativos que se han hecho en la ciudad.
Se pudo lograr más
Ante esto, Gustavo Cabrera, experto en Seguridad Vial y docente de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, mencionó que la disminución evidenciada es un logro para la ciudad y para el fortalecimiento de la seguridad de las vías locales.
“Son reducciones progresivas desde los últimos cinco años. La ciudad ha mejorado el registro de Bogotá y Cali. Y todas esas medidas de control y estrategias de cultura, seguro han contribuido a esa mejora”, agregó Cabrera.
Sin embargo, para el docente hay un detalle que faltó y que de tenerse en cuenta, hubiera llevado a que Medellín bajara aún más sus registros de mortalidad en las vías.
“La ciudad carece de una política pública de seguridad vial, aunque es un proyecto del que se ha venido hablando desde hace muchos años. De haberse tenido, las vidas salvadas fueran más”, opinó.
Dicha política, agregó Cabrera, permite tener un propósito común y que todas las acciones importantes como las que hoy se manejan, se ejecuten de forma articulada.
“El tema de seguridad vial requiere del aporte de las dependencias de movilidad, salud e infraestructura, entre otras. Es un trabajo multisectorial con buen liderazgo. Las ideas pueden ser valiosas y bien pensadas, pero si se trabajan por aparte, el impacto no será el requerido”, dijo.
Cabrera también se refirió a otro aspecto pendiente en la ciudad y que este año no se cumpliría. Se trata de la meta de la década de acción vial de la Organización de las Naciones Unidas, que plantea que Medellín no debe superar la cifra de 188 muertes en accidentes viales durante 2018.
“Con los registros actuales y la tendencia de estos primeros meses, se puede deducir que esa meta no se alcanzará. Lo que nos lleva a pensar, nuevamente, en la importancia de contar con esa política pública. Se reconoce el avance, pero no se debe creer que está resuelto, pues eso retrasa más el cumplimiento de los objetivos”, puntualizó Cabrera.