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Dos nuevas crías integran la familia de monos titís que alberga la Universidad de Antioquia. De dos y cuatro meses, los pequeños primates nacieron en el grupo monitoreado desde el proyecto “La conservación del Tití gris, un reto de ciudad”, liderado por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y la universidad.
Vainilla y Brownie, como han sido nombradas, aún cuelgan del lomo de sus madres y a penas han empezado a recorrer sus primeras ramas. Sin embargo, su nacimiento ya permite inferir información importante acerca del comportamiento de esta especie y brinda luces optimistas sobre su conservación urbana.
El grupo de monos estaba compuesto por dos hembras y dos machos. Y, hasta este momento, se pensaba que solo una de las hembras se podía reproducir. Sin embargo, el nacimiento y las edades de Vainilla y Brownie parecen indicar que ambas hembras adultas están en condiciones de aparearse.
Iván Darío Soto Calderón, director científico del proyecto, explica que, “el embarazo en esta especie dura cinco meses, y la diferencia de edad entre las dos crías es de uno o dos meses”.
Esto no solo indica que las pequeñas titís son hijas de madres diferentes; su nacimiento también permite confirmar que las condiciones en que vive el grupo de la U. de A. son favorables.
“Cuando la especie está sometida a estrés puede tener problemas para reproducirse. A principio de año, por ejemplo, tuvimos una cría que pereció. Pero, ahora, la buena noticia es que estas crías están bastante grandes, se están logrando desarrollar”.
El tití gris es una especie endémica que se reproduce específicamente en el noroccidente colombiano.
La cacería y el comercio ilícito, la tala de bosques y las condiciones de contaminación urbana la han puesto en peligro. Es por esto que el proyecto busca generar conciencia a las comunidades que conviven con esta especie de primate, para reducir al máximo los riesgos a los que está expuesta.
La invitación de las autoridades es a evitar tener contacto con estos monos y denunciar su comercialización ante el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y la Policía Ambiental. Las autoridades dispondrán de los mecanismos para albergarlos y protegerlos en hábitats controlados .