<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Una sede moderna para atender niños vulnerados

Los trabajos de remodelación del Centro de Diagnóstico y Derivación de Medellín presentan a la fecha un avance del 30%.

  • Un total de 132 obreros trabajan en la remodelación del Centro que cubre un lote de 3.500 metros cuadrados. FOTO jaime pérez
    Un total de 132 obreros trabajan en la remodelación del Centro que cubre un lote de 3.500 metros cuadrados. FOTO jaime pérez
25 de enero de 2019
bookmark

Ofrecer espacios más modernos, con dotación más acorde a las necesidades educativas y de atención integral, así como ampliar los cupos, son dos de los objetivos que pretende solucionar la construcción de una nueva sede del Centro de Diagnóstico y Derivación, a donde llevan los niños y jóvenes que han sido violentados y vulnerados en sus derechos.

Ubicado en el barrio Altavista de Robledo, comuna 7 de Medellín, el centro pasará de 85 a máximo 100 cupos, según la demanda de los servicios que ofrece la Alcaldía de Medellín, a través de la Unidad de Niñez de la Secretaría de Inclusión Social.

La obra es gerenciada por la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) y según Camilo Builes, subgerente de Diseño e Innovación de la entidad, el contrato para su ejecución tiene una duración de 12 meses.

“La entrega del Centro está proyectada para mediados de este año”, comentó Builes.

La antigua estructura presentaba humedades y problemas de suelo, por lo que fue necesaria su demolición.

“Se están construyendo tres bloques, con varios niveles, pero el proyecto es de 4 bloques, en un área de 3.500 metros cuadrados”, explicó el vocero de la EDU.

Hogar de paso

Luego de finalizarse el proyecto, la ciudad contará con un espacio para la atención integral de menores en mejores condiciones.

Este espacio funciona solo como un sitio transitorio de acogida, mientras que la situación de los niños y niñas que se llevan allí es resuelta por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf).

Paulina Suárez, secretaria de Inclusión Social y Familia de Medellín, aseguró que al lugar llegan los casos que recibe la Policía de Infancia y Adolescencia y “acogemos al niño hasta que el Icbf resuelva a dónde los llevará”.

La mayoría de los menores de edad que pasan por allí han sufrido violencia intrafamiliar o están en condición de calle.

En el Centro se atienden niños desde los 7 hasta los 17 años. Allí tienen comida, un lugar donde dormir y diversos programas educativos, lúdicos y artísticos para superar posibles secuelas que queden tras sus experiencias.

“Los acompañamos con trabajadores sociales, sicólogos y metodólogos para tratar cada caso y favorecer el bienestar emocional”, afirmó la secretaria.

Gracias a que la construcción se realiza por etapas, los menores de edad que ya estaban en el centro se alojan en otro bloque contiguo al lugar de la obra. “Con esta intervención de la EDU los niños van a encontrar un espacio más bonito, de más amor”, finalizó Suárez.

Impacto laboral

Un elemento particular en la construcción de la obra lo representa la presencia de cuatro trabajadores que son nativos de la comunidad emberá katio, un grupo étnico representativo del municipio de Carmen de Atrato, Chocó.

William Teque Murillo es uno de ellos. Vive en la zona de Niquitao y a pesar de las dificultades con el idioma, dice estar feliz porque gracias al empleo puede subsistir y ayudar a sus parientes. “Mi familia vende artesanías acá en Medellín”, acotó.

La ejecución del proyecto ha generado 215 empleos .

$11.600
millones invierte la alcaldía de Medellín para los trabajos de adecuación en la estructura.
4.200
es la cifra cercana de niños que hasta la fecha han sido acogidos en el centro.

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD