La mala disposición de basuras en decenas de barrios de Medellín se ha convertido en un problema mayor de convivencia. En la capital antioqueña existen entre 10 y 15 puntos críticos por comuna donde las personas abandonan todo tipo de residuos sólidos.
Por esta situación, la Alcaldía de Medellín intensificó los controles y rediseñó el comparendo ambiental.
“Estamos atacando esta situación desde varios frentes: por un lado, protocolizamos desde la unidad de convivencia, con la ayuda de Emvarias, la identificación de todos los puntos críticos que sufren la mala disposición de residuos sólidos, también conocidos como basureros ambulantes. Por otra parte, estos sitios los hemos intervenido con arte, jornadas de siembra de árboles y recuperación del espacio público”, explicó Andrés Tobón Villada, subsecretario de Gobierno Local y Convivencia de Medellín.
Los principales residuos que nos encontramos en los diferentes lugares son escombros, residuos de las mudanzas —colchones y muebles viejos— y basura orgánica que sacan de las viviendas el día y la hora que no son y que dejan en el punto que no es.
“La realidad es que este es un problema de todo Medellín, no es un asunto que podamos identificar como comunal, sino que representa a toda la ciudad. Si pudiéramos ser más específicos señalaría que las zonas nororiental y noroccidental de la ciudad tiene una problemática que supera al resto, pero también se debe tener en cuenta que son comunas que tienen más población. Hay otras, Laureles, por ejemplo, donde la mala disposición de residuos orgánicos es algo crítico por los restaurantes y establecimientos nocturnos”, enfatizó.
En este sentido, la Alcaldía de Medellín creó el comité del comparendo ambiental —el primero de este tipo en la ciudad— y además se priorizó, en el Plan Integral de Seguridad y Convivencia, la implementación de esta sanción.
“La primera sanción del comparendo ambiental es de carácter pedagógico, las personas asisten a una charla que realiza constantemente la secretaría de Medio Ambiente de Medellín —modelo similar al que existe para ciertas multas de tránsito— para condonar la sanción. Si se llega a presentar reincidencia en la falta o si la persona no asiste a la charla, se le impone una multa de seis salarios mínimos mensuales legales vigentes —4’136.724 de pesos—“, aseguró Tobón Villada.