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El domingo en la tarde, cuando la jornada electoral no se había cerrado, el alcalde Daniel Quintero decidió viajar a Bogotá. Faltó al cierre de urnas —al que solo asistió el gobernador Aníbal Gaviria—, en un hecho extraño para los paisas, pues las autoridades locales son las encargadas de vigilar el desarrollo en paz de los escrutinios. Quintero viajó a Bogotá y todos se preguntan por qué.
En el vuelo, varios ciudadanos chiflaron al alcalde. No se explicaban cómo había dejado la ciudad que gobierna en una fecha tan importante. ¿Qué tenía que hacer en la capital justo cuando se contaban los votos de las consultas y el Senado? Se sabe que viajó a la casa del expresidente César Gaviria, un hombre que le habla al oído y quien ha puesto funcionarios en la Alpujarra y entes descentralizados.
Algunas fuentes le señalaron a EL COLOMBIANO que la misión de Quintero es acercar a César Gaviria con Gustavo Petro y el Pacto Histórico, pues desde esa orilla quieren que se convierta en una aliado estratégico, pero el expresidente no está muy convencido.
Entre las toldas liberales está sonando muy fuerte que quien está apostando por acercarse a Gustavo Petro es Simón Gaviria, sin embargo, su padre no sabe muy bien cómo podría terminar esa alianza. Por eso Simón está pidiéndole al alcalde Quintero —que tiene simpatías e intereses en ambos lados— que tienda puentes para que el partido Liberal se una al Pacto Histórico, una jugada que podría terminar en unos cuantos votos para las presidenciales.
Dicen que el más interesado en esa alianza es Petro. En el último debate que realizaron El Tiempo y Revista Semana, el candidato presidencial del Pacto Histórico dijo que no iba a negociar burocracia con Gaviria: “Cuando pactamos con Francia Márquez, no nos repartimos el Estado. (...) El Pacto no significa repartirse el Estado. El pacto significa un pacto social nuevo. Cuando pactamos la Constitución del 91 no pactamos repartir el Estado con las mayorías”.
Unas semanas atrás, Petro y Gaviria se sentaron a tomar un tinto que se habían prometido, pero hasta el momento no se sabe en qué terminó esa reunión.
Por otro lado, el expresidente decidió apostarle a Alejandro Gaviria de la Centro Esperanza, quien sufrió una derrota aplastante, pues quedó de cuarto en una consulta pobre de votos donde la gran sorpresa fue el exgobernador de Boyacá, Carlos Amaya.
Ahora todos están buscando los votos del Liberal, que volvió a mover las maquinarias y llevó 15 senadores a la cámara alta. Quintero sería la pieza fundamental para que el petrismo goce de ese posible caudal electoral.
Por otro lado, Quintero también viajó a Bogotá para estar cerca del Pacto Histórico y de su escudero el exconcejal destituido Álex Flórez. Parece que el alcalde anda de celebración, ¿mientras tanto quién dirige a Medellín?