La directora de la IPS Universitaria, Marta Cecilia Ramírez Orrego, renunció a su cargo, en el que se desempeñaba desde 2016. La decisión se conoció a través de un video publicado por Ramírez en sus redes sociales, en el que aludió indirectamente a los factores que habrían ocasionado su salida.
“Los liderazgos se agotan y más cuando se tiene posturas fuertes y vehementes. A veces algunos tratan de abusar y como líder simplemente les digo que jamás está dentro de mi estilo de gerencia dejar que se abuse de una organización y de unos trabajadores que están partiendo su lomo día y noche en esas cuatro paredes, porque se les trate con dignidad, respeto y se les pague lo justo”, expresó. “Lamentablemente ese estilo hoy está agotado y debo dar un paso al costado”, expresó Ramírez.
Según precisó la ahora exdirectora, su dimisión se hizo efectiva desde el pasado martes 21 de febrero.
Aunque en sus declaraciones Ramírez se abstuvo de precisar cuáles fueron las posturas por las que prefirió apartarse del cargo, además de tampoco responder a varios llamados de este diario para aclarar las razones de su decisión, su salida se produce luego de tener algunos choques con la administración departamental en medio del debate por la posible liquidación de la EPS Savia Salud.
El pasado 12 de enero, faltando dos semanas para que se venciera la medida de vigilancia especial proferida por la Superintendencia de Salud a la EPS, Ramírez instó a esa dependencia a no iniciar un proceso de liquidación, argumentando que la IPS Universitaria estaría en riesgo de entrar en bancarrota.
“Mi súplica a la Superintendencia y el Ministerio es que mire la medida más adecuada, porque esta clínica entraría en insolvencia y habría que cerrarla. Nosotros resolvemos el 20% de las necesidades de alto nivel de Antioquia. También se afectarían 13.000 estudiantes formándose en salud que pasaron por acá en 2022”, expresó entonces Ramírez, instando a la Supersalud a emprender una intervención administrativa.
De acuerdo con los datos revelados por la IPS entonces, Savia acumulaba una deuda de $42.000 millones, que podían quedarse sin doliente en caso de una liquidación.
Además de Ramírez, otras agremiaciones han llamado la atención sobre la abultada deuda que durante los últimos años vienen acumulando Savia Salud con la red hospitalaria del departamento, señalando que la suerte de ese pasivo era una de las principales variables a tener en cuenta por el Gobierno Nacional a la hora de decidir el futuro de esa EPS.
Por ejemplo, la Asociación Colombiana de Clínicas y Hospitales ya había reprochado el año pasado que Savia acumulaba una cartera de $394.910 millones con las instituciones de esa agremiación, siendo la aseguradora del régimen subsidiado más endeudada durante los últimos 13 años.
En aquel momento, las declaraciones de Ramírez no cayeron nada bien la interior de esa EPS y del gobierno departamental, que a su vez estaban volcados en pedir que la EPS no fuera intervenida, ni liquidada, sino que se prorrogara la medida de vigilancia especial, vigente desde el 4 de agosto de 2017.
Según informó la IPS Universitaria, tras la salida de Ramírez, la dirección fue asumida en calidad de encargo por el director de salud de esa institución Julián Ramírez.
Según reposa en los estatutos de esa institución, el nombramiento de un nuevo director deberá ser asumido por la junta directiva, compuesta por el rector de la Universidad de Antioquia, el decano de la Facultad de Medicina de esa universidad, dos miembros designados del Consejo Superior, el director de la Fundación Universidad de Antioquia, un representante de los usuarios universitarios y un miembro designado por el rector.