En un operativo conjunto del CTI y la Policía Antioquia fue capturado el desmovilizado Octavio Cartagena Benítez, alias “Gabriel Paraco” o “don Gabriel”, quien al parecer es el cabecilla de la banda “los Urabeños” en el Norte de Antioquia y el Valle de Aburrá. (Lea también: Alianza mafiosa amenaza la zona Norte)
De acuerdo con la información preliminar de las autoridades, la detención se produjo en un área limítrofe de los municipios de Urrao y Betulia, en la subregión del Suroeste.
El pasado delincuencial de Cartagena Benítez está reseñado en las investigaciones de la Fiscalía 20 adscrita a la Dirección Nacional de Justicia Transicional. En sus expedientes reposa que comenzó a delinquir en 1997 en el bloque Noroccidente de las Auc, en Cañasgordas, Dabeiba y Uramita.
En esos días le decían “Costalejo”, “Gringo” o “Guineo”, y en 1999 registra su primer captura.
Iba en un bus de servicio público, llevando $4.5 millones de una supuesta extorsión. Además era investigado por su presunta participación en el homicidio de la Inspectora de Cañasgordas, Ana Durango, cometido ese mismo año.
Al regresar a la libertad en 2003, las Auc lo enviaron a Sopetrán y posteriormente a la zona lechera de Antioquia, donde fungió como cabecilla financiero en Entrerríos, San Pedro de los Milagros y Belmira. Allí sus víctimas empezaron a decirle “Gabriel Paraco” y “don Gabriel”.
El 11 de septiembre de 2005 se desmovilizó y fue incluido en la lista de los postulados a los beneficios de la ley de Justicia y Paz; no obstante, en enero de 2011 se presentó a la Fiscalía indicando que no tenía nada que confesar, salvo los delitos básicos de porte de armas y uniformes de uso privativo y concierto para delinquir.
Cinco meses después le realizaron la diligencia de no ratificación, en la que se archivó su proceso en la Unidad de Justicia y Paz y las autoridades le perdieron el rastro.
Enlace de “los Urabeños” y “la Oficina”
Su alias volvió a flote de la mano de la banda “los Urabeños”, que lo habría asignado como cabecilla en la zona Norte del departamento, y además como uno de los coordinadores de la alianza criminal con la banda “la Oficina” en el Valle de Aburrá.
Su principal enlace con esa estructura es Juan Carlos Mesa Vallejo, alias “Tom” o “Carlos Chata”, el líder de la banda “los Chatas”, cuya base de operaciones es el municipio de Bello. Ambos estarían coordinando actividades de narcotráfico y extorsiones en sus áreas de influencia.
Los dos personajes no solo están en la mira de las autoridades colombianas, sino de Estados Unidos. El Departamento del Tesoro los incluyó en la Lista Clinton, sancionándolos con la congelación de sus transacciones financieras.
El informe de la Oficina de Control de Activos Extranjeros de esa entidad, señala que Cartagena Benítez es el enlace de “los Urabeños” con “la Oficina”, y ratifica que participó en el pacto entre ambas bandas en 2013, mediante el cual se repatieron el negocio en Medellín y el Valle de Aburrá y redujeron los enfrentamientos armados entre sus facciones.
Con esta detención, “los Urabeños” se quedan sin cabecillas visibles en Medellín, pues el año pasado las autoridades habían arrestado a sus predecesores, alias “don Daniel” y “Benavidez”.