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Sicariato, un mal que sigue vivo en Medellín

  • FOTO ARCHIVO DONALDO ZULUAGA
    FOTO ARCHIVO DONALDO ZULUAGA
25 de agosto de 2017
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Las últimas tres muertes violentas de las que se tiene noticia en el Valle de Aburrá tienen dos elementos en común: motos y armas de fuego como herramientas para perpetrar el crimen.

A Jhon Edwin Arango Amaya, Harlen Yovani Mira Suárez y Óscar David Rincón Martínez los asesinaron hombres en moto, que nunca se quitaron el casco y huyeron en cuestión de segundos: sicarios.

Al primero lo mataron en un bar de Laureles, el mismo lugar donde tres años antes había sido asesinado su hermano, Júnior Alexander, en similares circunstancias.

Le puede interesar: Investigan asesinato de propietario de bar en Laureles

A Harlen lo interceptaron cuando visitaba el barrio Tricentenario, en el norte de Medellín, y le dispararon en plena vía pública.

Y a Óscar, un cucuteño de nacimiento, lo acribillaron en el barrio El Rosario de Bello. Su muerte puso fin al récord de 45 días sin homicidios que tenía ese municipio del norte del Valle de Aburrá.

Quién o por qué los asesinó son respuestas que las autoridades aún no dan con precisión, pues las investigaciones están en curso.

Pero lo que sí es claro es que el sicariato no se ha ido de Medellín. En lo corrido de este año 224 homicidios han sido cometidos con armas de fuego, y aunque hay varios que fueron producto de enfrentamientos entre bandas criminales, la mayor parte de los ataques tiene el modus operandi ya descrito: hombre en moto que ataca y se va.

El aumento de ese fenómeno también se ve reflejado en las denuncias de personas que quedaron heridas en esos atentados. Según las estadísticas de Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia de Medellín, Sisc, en lo corrido del año se han documentado 53 de esas denuncias, mientras que en todo el 2016 la cifra fue de 41.

¿De dónde surge y por qué sobrevive?

Fernando Quijano, analista del conflicto urbano, sostiene que el sicariato forma parte de la actuación criminal: “toda banda tiene su gatillero para hacer trabajos a sueldo o para mantener a raya a otros delincuentes que se quieran disputar el control territorial”, dijo.

Los primeros sicarios “profesionales” surgieron en Medellín entre los años 80 y 90, bajo el paraguas de los carteles de la droga que pagaban sumas exorbitantes para poner fin a la vida de cualquiera que representara un obstáculo para su negocio ilegal.

Hoy, según Quijano, la renta criminal funciona más o menos igual. “Hay bandas especializadas en eso y dentro de ellas hay jóvenes más ‘profesionales’. Una ‘vuelta’ de esas puede darle al sicario entre 5 y 200 millones de pesos, según el perfil de la víctima”, dijo.

El analista sostiene además que las “escuelas de sicarios” aún sobreviven en Colombia y funcionan en fincas apartadas, donde expolicías, exmilitares y otros sicarios se dedican a entrenar a jóvenes en manejo de armas y a afinar su puntería.

Otro analista del conflicto que investiga el fenómeno de bandas locales -y que pide reserva de su nombre- agrega que aunque Medellín ha sufrido un descenso significativo en las muertes violentas en los últimos tres años; la incidencia de las muertes por sicariato se ha mantenido.

Algunos, como el caso de Santiago Toro Trujillo -acribillado en una barbería del barrio La Castellana- quedaron grabados en video. Las circunstancias del crimen, los antecedentes familiares de la víctima y otros detalles hacen pensar que este fue otro crimen ligado a organizaciones de narcotráfico.

Lee: La narcohistoria detrás del asesinato grabado en barbería de Medellín

No solo en Colombia

Los sicarios de Medellín no solo mantienen su negocio en la ciudad. Quijano habla de casos históricos en los que el “gatillero” salió del país para ejecutar el crimen.

Así le sucedió a Héctor Edilson Duque Ceballos, conocido con el alias de “Monoteto”, hombre de confianza de alias “Macaco” que fue asesinado por sicarios en Buenos Aires, Argentina.

Pero no todos han salido invictos. El jefe de sicarios de “los Urabeños”, conocido como “Palomo” o “Negro Mosquera”, fue detenido en España luego de que las autoridades norteamericanas expidieran órdenes de captura internacionales en su contra.

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