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Al cierre obligado de la Troncal del Café por la caída de 300.000 metros cúbicos de tierra sobre la quebrada La Sinifaná, en el kilómetro 60, el pasado 28 de mayo (deslizamiento que arrasó con la vía al Suroeste) se le sumará el cierre de la vía alterna Camilo C – Fredonia el próximo 10 de julio, lo que significa algo así como echarle sal a la herida de los viajeros.
Aunque el bloqueo del 10 de julio será solo por esa jornada, entre las 7:00 a.m. y las 6:00 p.m., el hecho no dejará de causar afectaciones, pues este tramo, a pesar de lo limitado y complejo, es la principal vía alternativa que han estado utilizando los transportadores hacia los municipios del Suroeste.
Desde ya, ellos están pensando en las opciones que se vienen para esa fecha, que son básicamente dos: la ruta Santa Fe de Antioquia – Bolombolo y la vía Caldas – Primavera – Santa Bárbara – La Pintada, que son trayectos más largos, donde se desarrollan los proyectos Conexión Pacífico II, Conexión Pacífico III y Autopista al Mar 1, que implican pasos alternativos (pare-siga) que retrasan los viajes.
“En cada pare-siga uno puede demorarse 15 o 20 minutos, todo depende, y se puede incrementar el tiempo en una hora”, calculó Luis Maya, conductor de una empresa transportadora que viaja hacia Venecia y Fredonia.
Ya de por sí, los habitantes de Venecia y de los demás municipios del Suroeste vienen sufriendo la afectación por el cierre en el km 60, pues la vía Camilo C – Fredonia es estrecha, con hundimientos, curvas cerradas, deficiente estado del pavimento y deslizamientos.
Actualmente, la Secretaría de Infraestructura de la Gobernación construye el puente sobre la quebrada Río Verde en el kilómetro 7+500, exactamente donde se hará el cierre del miércoles 10 de julio.
La dependencia explicó que ese día “se hará el lanzamiento de dos de las vigas londigitudinales prefabricadas que harán parte de la superestructura del puente, que se prefabrican en patio y deben ser instaladas con grúa móvil”.
Estas vigas tienen un peso aproximado de 58 toneladas, cuyo montaje es una actividad delicada “y de alto riesgo, que requiere ausencia completa de vehículos y personas circulando por la vía”, indicó la Secretaría.
Además de adelantar una campaña de socialización de este cierre, el gerente de la Agencia de Seguridad Vial de Antioquia, Carlos Alberto Marín Marín, advirtió que si alguien incumple la orden de no cruzar la zona, su institución “no será responsable, en ninguna forma, por daños y/o accidentes de cualquier naturaleza, inmediatos o posteriores, que se presenten”.
El otro asunto que va para largo es el de la atención a la emergencia en el kilómetro 60 de la Troncal del Café.
EL COLOMBIANO llegó hasta la zona del derrumbe, donde constató que la intervención en la montaña como tal aún no se hace, pese a haber transcurrido cinco semanas desde que la tierra se desprendió y destruyó la vía y los muros de contención.
El consorcio Covipacífico, que construye el proyecto Conexión Pacífico 1, tiene cerrado el paso dos kilómetros antes y dos kilómetros después del deslizamiento para evitar que crucen vehículos y personas, pues el invierno no ha parado en la zona y de la montaña se siguen desprendiendo rocas y masas de tierra.
Además, aclaró que pese a que no se hace intervención con maquinaria y obreros, se hace monitoreo sobre el terreno y con drones para medir la estabilidad de la montaña.
La evaluación, según fuentes de la compañía, les indica que aún hay riesgo y por eso no se pueden iniciar las intervenciones. Es de recordar que el mismo día del deslizamiento, Rubén Darío Reyes, director de Operación, precisó que es incierto el tiempo que tardará en restablecerse el paso por la Troncal. Se calcula que ni siquiera antes de finalizar este año será posible, pues son más de 300.000 m3 de tierra por remover.
El alcalde de Venecia Ferney Darío Fernández señaló que todo el Suroeste está afectado con la emergencia.
“No hemos vuelto a tener contacto con el consorcio y no sabemos lo que está pasando, si hay intervención o no”, dijo el mandatario.
Un gran afectado por el problema en la vía es el comercio, sobre todo los estaderos y restaurantes ubicados en el corredor, pues la merma en la circulación de los vehículos para ellos es la quiebra.
“Nosotros debimos despedir a siete trabajadores, los únicos clientes que tenemos son los ingenieros de la concesión a horas de almuerzo, las ventas están en 30 %”, indicó Hernán Blandón, administrador de Asados HB, en Amagá.
Un alivio es que en La Huesera, sitio donde han sido comunes los bloqueos por deslizamientos, ayer había paso. Covipacífico se encarga de recoger la tierra que cae de la montaña para hacer la vía transitable. Pero el problema es que esta carretera a los únicos municipios que lleva hoy son Amagá y Titiribí. Y el Suroeste tiene 23 municipios con más de 300.000 habitantes. He ahí la magnitud de la emergencia .
Periodista egresado de UPB con especialización en literatura Universidad de Medellín. El paisaje alucinante, poesía. Premios de Periodismo Siemens y Colprensa, y Rey de España colectivos. Especialidad, crónicas.