Aunque por estos días Medellín se engalana para disfrutar de la Feria de las Flores, el clima y la calidad del aire en el Valle de Aburrá están opacando el remate de las festividades durante este puente.
Todo porque este sábado, tras un día de intensas lluvias en el Área Metropolitana, el cielo volvió a teñirse de gris y las montañas que rodean a la ciudad dejaron de verse, porque de nuevo, los niveles de las partículas de PM 2.5 aumentaron.
Según el reporte del Sistema de Alerta Temprana del Valle de Aburrá, Siata, de este 5 de agosto, tres de las ocho estaciones de monitoreo de calidad del aire están en indicador naranja -Universidad Nacional, Museo de Antioquia y Casa de la Justicia de Itagüí- y una en rojo -La Estrella-, con concentraciones de partículas PM 2.5 superiores a 35 microgramos por metro cúbico de aire.
Lea aquí: La calidad del aire se medirá más alto
Las otras cuatro estaciones -Girardota, Tanques La Ye, Caldas e I.E. Concejo de Itagüí- estaban en ICA amarillo o calidad del aire moderada.
Cifras que demuestran un aumento significativo con respecto a las del día anterior, 4 de agosto, en las que siete de las ocho estaciones de monitoreo presentaban indicador amarillo, o calidad del aire moderada, con valores por debajo de 25 microgramos de PM 2.5 por metro cúbico y solo una -La Estrella- estaba en naranja.
Sobre este fenómeno, el gerente del Siata, Carlos David Hoyos, explicó que “el día lluvioso y nublado de ayer (viernes) redujo la radiación que llega a la superficie y por esa razón la atmósfera estuvo estable, impidiendo la dispersión de contaminantes, aumentando un poco las partículas”.
Sin embargo, según Hoyos, “el aumento no es considerable” ni es motivo de alarma.
El Siata dio un parte de tranquilidad y aseguró que en la tarde de este sábado ha mejorado la dispersión de partículas contaminantes.
Además del clima, otro factor que pudo aumentar las partículas PM 2.5 en el Valle de Aburrá es la entrada y salida de vehículos y motos, fuentes móviles que aportan el 80 por ciento del material particulado que contamina el aire del Aburrá, mientas que el 20 por ciento restante pertenece a las chimeneas industriales.