Chef a la carta, de Nacho Velilla

Un plato con todos los ingredientes

El título de este texto puede ser tomado de dos formas opuestas: se puede referir a una película que lo tiene todo, por lo cual es muy buena, o también a una cinta que, por quererlo tener todo, es irregular en sus resultados. Y la respuesta correcta es… la segunda.  

 

Ciertamente es una película divertida y entretenida, pero demasiado cargada de todos esos elementos que, supone cualquier director de comedias, es infalible con el público: sexo, enamoramientos, picaresca, personajes coloridos, ráfagas de diálogos, niños, salidas del closet, fútbol, una pizca de drama y coronado con una tierna moraleja a modo de cereza. Para cumplir con todos los requisitos obvios de las comedias sólo faltó un perrito.

 

Aún así es una comedia con muy buenos momentos, realmente hilarantes y cargados de diálogos ingeniosos y eficaces. Una comedia muy española y para el gusto general, lo cual siempre se agradece al final de una jornada pesada, aunque no tanto como punto de referencia del cine español y las comedias que preferiríamos en nuestras salas.

I.M.