La investigación estará a cargo de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial. Se busca establecer si hubo un presunto acceso irregular al expediente relacionado con la muerte del uniformado.
Pasados casi dos años de la muerte del coronel Óscar Darío Dávila, quien era investigado por el uso del polígrafo y llamadas chuzadas a Marelbys Meza –exniñera de la hoy canciller Laura Sarabia–, este viernes se conoció que la Comisión Nacional de Disciplina Judicial investiga a 10 funcionarios de Medicina Legal por presuntas irregularidades en el caso.
Según confirmó el presidente de la Comisión, Mauricio Rodríguez, se trata de funcionarios que habrían accedido de forma irregular al expediente relacionado con la muerte del uniformado, quien fue hallado sin vida en su vehículo el 9 de junio de 2023.
En su momento, tres patólogos, tres balísticos, tres toxicólogos y dos biólogos, liderados por el médico forense de Medicina Legal, Jorge Eduardo Paredes, estuvieron a cargo de la necropsia del cuerpo del coronel Óscar Dávila y determinaron que la causa de la muerte del coordinador de protección anticipativa de la Presidencia “se debió a una herida de contacto con todas las características propias de un suicidio”.
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No obstante, hoy por hoy la Comisión de Disciplina Judicial investiga una posible irregularidad detectada en el sistema de información forense relacionada con accesos no autorizados al expediente.
“Un total de 23 funcionarios accedieron al caso, de los cuales solo 12 tenían competencia funcional para hacerlo, mientras que los 11 restantes, incluido un exfuncionario cuyo usuario seguía activo sin justificación, habrían ingresado sin autorización, en algunos casos por simple curiosidad”, señala el expediente del caso, conocido por EL COLOMBIANO.
Así mismo, se compulsaron copias a la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, en el nivel central, para investigar la conducta del entonces Director Seccional de Medicina Legal en Cundinamarca.
Incluso, este diario pudo establecer que la Fiscalía está evaluando abrir una investigación contra el despacho del fiscal que estuvo a cargo del proceso que concluyó que la causa de la muerte fue un suicidio.
El coronel Dávila era un experimentado policía que estaba a cargo de coordinar parte de las salvaguardas de Petro. Por su cabeza pasaba la planeación de la seguridad en Palacio cada que el mandatario visitaba alguna región y de cuenta de las chuzadas que involucran a la exjefa de gabinete, Laura Sarabia, él mismo había ofrecido su testimonio ante el ente acusador.
En su momento, el ente investigador trazó una línea de tiempo desde la última vez que al coronel Dávila se le vio con vida en el apartamento de un familiar el pasado 9 de junio de 2023.
Hacia las 17:53 de la tarde, el coronel quedó fijado en video que sale del apartamento de su familiar y se dirige a su residencia. La camioneta quedó registrada a las 18:10 minutos por Corferias, en Bogotá, y posteriormente el coronel habría llamado a su esposa para avisarle que iba para la casa.
Tres minutos después, a las 18:13 minutos, Dávila llamó a una periodista de la revista Cambio y a las 18:16 minutos la camioneta se estaciona en su lugar de disposición final. El conductor se baja a la tienda y se le ve en un video haciendo la compra de una soda. Hacia las 18:18 minutos el conductor llega al vehículo, abre la puerta y observa que el coronel se había disparado.
Durante la intervención, para Medicina Legal “no hay duda de que se trató de un suicidio”. Para ello, se practicó el protocolo de Minessotta, en el que se establece que ninguno de los espacios del cuerpo haya tenido alguna situación distinta al disparo, es decir, establece que no fue golpeado o algo que determine que existió un tercero en la escena.
La necropsia describió que en el lado derecho del cuerpo del coronel Dávila se encontró una herida de 4x2 cm. Un orificio con una entrada irregular porque fue con el arma a contacto. Eso produjo que los forenses encontraron restos de pólvora en la parte externa del cráneo.
Así mismo, en el lado izquierdo, se encontró un orificio de salida, acción que causó graves lesiones en el interior de la cavidad craneal. En el examen también encontraron que las prendas de vestir tenía un patrón de salpicaduras que tiene un modelo en U. Lo que para los médicos es un indicio de que la persona tenía el arma empuñada. Tenía salpicadas en la manga de la mano derecha y no se encontraron signos de riña.
