Según algunas denuncias, los niños son enviados a sus casas para evitar una desvinculación masiva.
La llamada la recibió una mañana, justo cuando se preparaba para ayudar en las labores del campo a su familia. Al otro lado de la bocina, las instrucciones del jefe guerrillero fueron muy claras: “estese ‘pilas’, porque si se rompe este proceso, serán llamados nuevamente. Pero quédese quieto y no se ponga a dar papaya por ahí”.
Estas fueron las últimas palabras del comandante de una estructura de las Farc a uno de los menores que, al parecer, fue enviado a su casa sin cumplir el protocolo oficial pactado en La Habana, bajo el cual se han desvinculado, hasta ahora, 15 menores de edad que permanecen en un refugio entre Guarne y Rionegro.
Este primer caso sucedió en Pereira, “hace poco menos de dos meses”, según informes de investigadores de Inteligencia...
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