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Así funcionan las casas para las mujeres en Colombia y el mundo
Con la nueva Casa de Mujeres Empoderadas, en Envigado, el país completa siete espacios como este. Así funcionan acá y en el mundo.
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Inauguración de la Casa de Mujeres Empoderadas en Envigado, presidida por la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez. FOTO cortesía
04 de marzo de 2021
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Marcela tenía 22 años cuando su pareja sentimental la golpeó hasta dejarla inconsciente. Recuerda que cuando logró pararse del piso tuvo dos preguntas: “¿A quién llamo? y ¿A dónde voy?” Como ella, miles de mujeres buscan ayuda tras ser víctimas de múltiples violencias relacionadas con su género.
Según el Instituto de Medicina Legal y Forense colombiano, durante 2019 se registraron 16.797 exámenes médico legales a mujeres, niñas y jóvenes que fueron víctimas de violencia intrafamiliar. Así mismo, el Observatorio de Feminicidios Colombia alerta que se registraron 630 muertes por ese delito durante 2020.
“Vivir maltrato físico o psicológico en casa es también verse en una situación difícil donde las mujeres no sabemos a quién acudir o dónde buscar refugio”, dice Marcela. Muchas, incluso, no tienen esa posibilidad, de ahí surge la idea de centros de atención especializados en tratar a mujeres que hayan sufrido de algún tipo de violencia y de empoderar a todas aquellas que lo necesiten.
Pero ojo, “hay que tener claro que no hay que ser víctima de violencia para asistir a este tipo de centros. Cualquier mujer que necesite empoderarse, educarse y buscar ayuda puede hacerlo”, aclara Perla Toro, directora de la Corporación Primavera y vocera de la Mesa de Trabajo Mujer de Medellín.
En esa vía, la creación de este tipo de espacios seguros sigue tomando fuerza. El municipio de Envigado, ubicado en el Sur del área metropolitana del Valle de Aburrá, en Antioquia, se convirtió en el primer territorio de este departamento en tener una “Casa de las Mujeres Empoderadas”.
Como esa, otras seis infraestructuras del mismo estilo están funcionando en Valle del Cauca, Nariño, Chocó, La Guajira, Norte de Santander y Santander; mientras que el Gobierno espera que para 2022 estén en todos los departamentos. Pero, ¿cómo funcionan fuera de Colombia?
Una mirada internacional
La idea, según recoge la Delegación de Gobierno para la Violencia de Género en España, surgió dos siglos atrás y se fue multiplicando en Europa y el mundo. Para 2019, España contaba con más de 90 centros de protección a la mujer.
Y en Ecuador, por ejemplo, también se han creado algunas similares que reciben el nombre de Casas de Acogida, cuyo propósito es “brindar protección integral para aportar a su autonomía y al ejercicio de una vida libre de violencias”.
Así lo define la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, quien creó un informe sobre ese modelo resaltando el éxito que ha tenido en ese país para salvaguardar y empoderar mujeres.
Para el caso de México, tal como lo narra un informe de su Instituto Nacional de las Mujeres, los albergues y casas para la mujer surgieron desde la década de los 90. A partir de eso se fueron creando otros modelos que han recibido nombres como centros de atención integral, de justicia, albergues, refugios, y casas de tránsito.
Ahora bien, dependiendo del lugar y objetivo con el que se crearon, dichos escenarios tienen diferentes funciones a la hora de atender a las mujeres. Para el caso de los refugios en México, por ejemplo, el albergue está abierto las 24 horas y recibe a las mujeres y sus hijos, en caso de tenerlos, para que se hospeden allí de manera temporal sin poner en riesgo sus vidas. Así mismo funcionan los Centros de Emergencia, en España.
Sin embargo, existen otras casas “en las que se les escucha para saber qué servicios necesitan: si hablar con un especialista social, recibir atención médica o jurídica e impulsar sus emprendimientos para que ese sea el primer paso de su empoderamiento, explica Jennifer Quintero, secretaria de Equidad de Género de Envigado.
Así funcionan en Colombia
En cualquiera de los casos, el objetivo base es el mismo: “permitirle a esa mujer que llega crear una seguridad emocional, física y económica que le permita ejercer sus derechos y crear un proyecto de vida”, añade Toro.
Al igual que en los países vecinos y europeos, Colombia tiene centros con diferentes objetivos. Para el caso de las Casas de Mujeres Empoderadas, la misión principal es reunir toda la oferta institucional en un solo lugar. “Así una mujer podrá encontrar asesoría jurídica, psicológica y económica en un mismo lugar sin tener que desplazarse”, explica Quintero.
En la Casa de Mujeres Empoderadas de Santander, abierta desde junio de 2019, se han incluido cinco programas y 13 proyectos enfocados a la erradicación de la violencia de género y el empoderamiento femenino, según asegura la secretaria de la mujer de ese departamento, Andrea Blanco, en diálogo con EL COLOMBIANO.
Sin embargo, Perla Toro, que además ha participado de la dirección de espacios similares, alerta sobre la necesidad de que dichos centros sí sirvan para el fin que fueron creados y eviten a toda costa convertirse en espacios que replican lo que se les ha enseñado a las mujeres por años, desde una perspectiva “patriarcal y machista”.
“Es diferente que en una de estas casas enseñemos sobre panadería con el enfoque de aprender a cocinar rico para sus familias, donde estaríamos perpetrando la idea de que solo servimos para eso; a enseñarles ese mismo oficio para que monten sus propios negocios o trabajen. De esa manera aportamos a su independencia económica, un punto clave”, concluye Toro
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