El capitán Manuel Cubillos Rodríguez, quien disparó el arma (escopeta calibre 12 con munición de impacto tipo bean bag) que acabó con la vida del joven Dilan Mauricio Cruz Medina hace un año, sigue en servicio en la Policía, en un cargo administrativo, mientras se resuelve su situación jurídica.
“El Estado no le ha cumplido a la familia, todos llamaron y ofrecieron su apoyo, pero de ahí no pasa, la justicia no ha operado y la impunidad sigue rampante en este caso, pese a ser uno de los más mediáticos de los últimos años”, aseguró Fernando Rodríguez, abogado del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, quien representa los intereses de la familia Cruz.
La Justicia Penal Militar no ha concluido la etapa de instrucción, en un proceso al que el policía fue vinculado a través de una versión libre, pero un año después de los hechos, ni siquiera se sabe si llegará a juicio.
“El proceso sigue bajo la égida de la Justicia Penal Militar, de la cual tenemos infinidad de razones para no creer. Por eso hemos reclamado ya varias veces que el expediente debe pasar a manos del juez natural, que es la justicia ordinaria, porque este no debe considerarse un acto de servicio, pero no nos han dado la razón”, aseguró Rodríguez.
Por el contrario, el abogado Abelardo de la Espriella, quien representa al capitán en el proceso penal, aseguró que el juez natural es la Justicia Penal Militar. “El capitán Cubillos no estaba de fiesta, estaba ejerciendo su trabajo y ahí pasó lo que pasó. Esto es un hecho sobre el que ya hubo una determinación y allá es a donde estamos llevando las pruebas”, sentenció.
Sin embargo, Rodríguez contó que en próximos días interpondrán una nueva acción de tutela, en la que se presentarán nuevos hechos para que cambie la jurisdicción, entre ellos que no fueron tenidos en cuenta los testimonios de los defensores de derechos humanos que estuvieron durante la marcha aquel 23 de noviembre.
“Pero si nos responden que no de nuevo, acudiremos al Sistema Interamericano de Derechos Humanos”, dijo Rodríguez.