La apertura de una investigación por presunta corrupción no fue impedimento para que el senador del Partido Liberal, Mario Castaño, se lanzara para repetir curul en las legislativas del 13 de marzo en las que, de hecho, resultó reelegido.
Sin embargo, el panorama para mantener su silla en el Senado comienza a desdibujarse con la orden de captura en su contra, proferida el martes por la Corte Suprema de Justicia con fines de indagatoria por los delitos de concierto para delinquir agravado, interés indebido en celebración de contratos, peculado, concusión y estafa.
Esto conlleva a una suspensión de su cargo –dada la decisión judicial en firme– a menos de dos semanas de que culminen las sesiones ordinarias del actual Congreso. Ahora, como Castaño va a repetir periodo por segunda vez, ¿qué puede pasar con su curul?
Aunque aún falta que el Consejo Nacional Electoral (CNE) declare la elección de Castaño, quien obtuvo un total de 68.351 votos y se quedó con una de las sillas del Partido Liberal, este será el primer hecho oficial que antecederá su porvenir en el Congreso.
Posterior a esto, vendría la posesión del 20 de julio. Los congresistas tienen ocho días para que se haga efectiva, pero dado el caso de que el senador del Partido Liberal no consiga hacerlo, por su situación judicial actual, el Consejo de Estado iniciará el proceso de pérdida de investidura por no asistir a la posesión, la cual implicaría una falta absoluta de su parte.
“La falta absoluta de un Congresista (...) autoriza al Presidente de la respectiva Cámara para llamar al siguiente candidato no elegido en la misma lista del ausente, según el orden de inscripción, y ocupar su lugar”, según el artículo 278 de la Ley 5 de 1992 que reglamenta al Congreso. Es decir que Castaño podría ser reemplazado por Sara Castellanos, de su mismo partido.
Ahora, en caso de que Castaño sea hallado culpable en el proceso penal que se adelanta en su contra, podría determinarse la denominada “silla vacía” por haber incurrido en delitos contra la administración pública, asociados en este caso a la corrupción, de acuerdo con lo estipulado por el artículo 134 de la Constitución Política.
Lo anterior significaría que el reemplazo en su silla no apartaría al Partido Liberal de asumir las responsabilidades que conlleven una posible culpabilidad, perdiendo así la curul y dejando a la senadora Castellanos por fuera del Congreso.