Las cuatro estudiantes de octavo estaban tiradas en el piso. Mientras unas vomitaban y se sostenían la cabeza por el dolor, las otras ya habían perdido el conocimiento y estaban desmayadas para el momento en que las hallaron en uno de los baños del colegio ubicado en el sur de Bogotá.
¿La razón? Una aparente sobredosis provocada por una mezcla de tusi y otras sustancias alucinógenas que habrían adquirido en los pasillos de la institución.
Pese a que el panorama no fue muy claro al principio, el caso tomó rumbo cuando una de las estudiantes se atrevió a confesar: ese mismo día, a primeras horas de la mañana, su profesor de inglés les habría suministrado una dosis de “tusi” y hasta les habría dado indicaciones sobre cómo consumirla.
De inmediato, las madres de las estudiantes se dirigieron a la institución y encontraron un panorama peor. Al parecer, el profesor les había estado suministrando drogas desde el mes de agosto, fecha en que ingresó como profesor de planta, y habría generado esta sobredosis tras incitarlas a consumir “una mezcla de varios polvos para celebrar que una de las niñas estaba cumpliendo 15 años”, contó una de las acudientes.
El caso fue tan grave que las autoridades se dirigieron de inmediato a la institución y capturaron al docente que, además, tenía en su maleta varias bolsas más de lo que parecía ser tusi y otras drogas altamente adictivas.
“Cuando mi mamá llegó, mi hermana estaba junto con otras tres niñas desmayadas, vomitando en el suelo porque el tipo les había dado en horas de la mañana ese tusi y les dijo que tenía que ingerirlo por la boca, por la nariz y que les iba a hacer un mayor efecto”, detalló una de las hermanas de las menores.
La captura del docente
Con todos ese material probatorio, la Policía Nacional capturó al docente –cuyo nombre aún no ha sido revelado por motivos de seguridad– y lo llevó a una estación de policía por “captura en flagrancia por los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes con suministro a menores de edad”, informaron las autoridades a través de un comunicado.
Por ahora, los investigadores estiman que varios alumnos más de los grados décimo y once también estaban consumiendo sustancias suministradas por ese profesor y que, incluso, estaban marcados con stickers que pegaban en sus celulares para identificarse como consumidores.
Mientras la Fiscalía lleva a cabo esa investigación y recopila las pruebas necesarias, la Policía también informó que el caso se puso en conocimiento del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, “con el fin de que adelante las acciones necesarias para la activación de la ruta integral y el proceso de restablecimiento de derechos a las menores de edad”. Todo eso, se hará junto a la Unidad de Policía para la protección de la infancia y adolescencia.
La institución educativa continúa sin pronunciarse sobre el hecho.
Pero, ¿qué es el tusi y por qué es tan peligroso?
El gran problema del Tusi es que no es una droga como tal, sino un “coctel” o una combinación de varias sustancias que, en conjunto, generan somnolencia, alteración de la realidad, sensación de embriaguez, relajación muscular y otros síntomas similares al consumo de otras drogas psicoativas.
Según la organización Échele Cabeza, una entidad que vela por el consumo responsable y seguro de drogas, “el tusi se puede definir como un PREPARADO o coctel de diferentes sustancias (aunque se han identificado sustancias que se repiten a lo largo del tiempo y muestras) en la cual no se puede identificar una “receta” o forma de prepararlo estandarizado ya que esto puede variar de acuerdo con el “cocinero” o persona que lo realiza”.
Sin embargo, un análisis realizado por laboratorios especializados evidenció que el tusi suele contener, por lo menos, dosis de MDMA, Ketamina y Cafeína. Aunque, ojo, que en el tusi rosado, por ejemplo, han hallado hasta pequeñas concentraciones de fentanilo.