A la Cámara de Representantes llegó ayer la terna que envió el presidente Juan Manuel Santos para el cargo de Defensor del Pueblo, vacante desde el 27 de enero, cuando Jorge Armando Otálora renunció ante las denuncias sobre acoso sexual de su secretaria.
Los candidatos son los abogados Caterina Heyck, exasesora del Ministerio del Interior y del Alto Comisionado para la Paz; Andrés Santamaría, presidente de la Federación Nacional de Personeros; y Carlos Negret, hasta hace unos días el secretario de la U.
Como ocurrió en la elección del fiscal, ya entre la dirigencia política hay consenso con Negret.
Según Olmer Muñoz, docente de Ciencia Política de la UPB, es difícil que en las actuales circunstancias se privilegie lo técnico sobre lo político, cuando el presidente prepara el posconflicto y el país tendrá que ceder en derechos humanos para que avance el acuerdo de La Habana. “Los ternados son técnicos, pero no representan el espíritu de la Defensoría. Hay gente con mejor perfil. La U demostrará su influencia”.
Para Juan Antonio Zornoza, director de Ciencia Política de la U. Nacional (Medellín), es una terna calculada para satisfacer clientelas políticas.