El presidente Gustavo Petro hizo un periplo poco común en las últimas semanas: estuvo en la posesión de Daniel Noboa como presidente de Ecuador (aunque lo había criticado en el momento en que ganó las elecciones) y luego viajó a Manta, ciudad con un importante puerto de ese país donde la mafia ha logrado tener tentáculos en la administración pública y cuyo capo máximo es alias Fito, hombre con estrechos nexos con las disidencias de las Farc.
Este es el orden de los hechos. El 13 de abril de este año se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en Ecuador, en las que Daniel Noboa fue declarado ganador con amplia ventaja. Sin embargo, la opositora Luisa González denunció “el mayor fraude que han visto los ecuatorianos”. A esa versión se sumó el presidente colombiano Gustavo Petro, quien no reconoció la elección de Noboa como legítima.
“En siete provincias se decretó el estado de excepción. El Ejército dirigió la jornada electoral, las mesas durante las elecciones y el conteo de votos. No hay elecciones libres bajo estado de sitio. No puedo reconocer las elecciones en Ecuador”, escribió el mandatario colombiano en su cuenta de X.
Pese a sus cuestionamientos, Petro asistió a la posesión de Daniel Noboa el pasado 24 de mayo, justificando su presencia, una vez más, mediante un extenso mensaje publicado en redes sociales.
“El vecindario de Colombia, además de los problemas estructurales de violencia en nuestro país, se llena de déficits democráticos y de amenazas latentes de intervención foránea (...). Por eso asisto al acto de posesión del presidente Noboa en Ecuador. Le solicitaré liberar a todos los presos políticos, articular las fuerzas de defensa para contener el crimen y establecer un diálogo nacional democrático. Lo mismo haremos en Venezuela; y ya hemos conversado con Panamá nuestra articulación eléctrica y cultural. La articulación eléctrica con Panamá es la articulación eléctrica de todas las Américas”, escribió.
El viaje a Manta y las especulaciones
Lo que más llamó la atención, tanto en Ecuador como en Colombia, fue que tras ser despedido formalmente por el protocolo militar, Petro no regresó a Colombia, sino que viajó a Manta, la séptima ciudad más importante del vecino país.
Según varios medios ecuatorianos, el presidente colombiano llegó ese mismo 24 de mayo al aeropuerto Eloy Alfaro de Manta, en la provincia de Manabí, y permaneció allí hasta la mañana del lunes 26. Cadenas como Ecuavisa y Teleamazonas aseguraron que Petro alquiló una lujosa mansión en la playa de Santa Marianita, presuntamente en el exclusivo condominio Marina Blue.
Este viaje —que fue clasificado como de “agenda privada”— desató todo tipo de especulaciones: ¿a qué fue Petro a Manta? ¿Con quién se reunió? ¿Quién pagó el costoso hospedaje?
¿Se reunió con alias Fito?
Una de las versiones más controvertidas que empezó a circular fue que Petro se habría reunido con José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, el capo más poderoso de Ecuador y líder de la banda criminal Los Choneros. Según esa hipótesis, Fito buscaba opciones para entregarse y evitar su captura y posible extradición a Estados Unidos.
La captura de alias Fito
El 25 de junio, el gobierno ecuatoriano anunció la recaptura de alias Fito, quien se había fugado de la cárcel del Litoral en enero de 2024, desencadenando una ola de violencia en el país. La operación fue liderada por el Bloque de Seguridad de Ecuador —integrado por fuerzas militares y policiales— y se llevó a cabo en la provincia de Manabí, la misma donde Petro estuvo un mes antes.
Días después, se conoció una carta supuestamente firmada por alias Fito y dirigida a la embajadora de Colombia en Ecuador, María Antonia Velasco Guerrero. En ella, Macías Villamar expresaba su voluntad de entregarse y afirmaba tener información valiosa para el gobierno colombiano, a cambio de garantías para su vida.
“Yo soy prófugo de la justicia desde hace un año y estoy en disposición de entregarme a las autoridades de mi país (Colombia), pero temo por mi vida y la de mi familia. Tengo información muy valiosa. Me indican que, una vez en manos del gobierno ecuatoriano, me enviarán a una cárcel en El Salvador, lo que constituiría una violación a mis derechos fundamentales. Estoy dispuesto a entregarme en las próximas horas y solicito que usted sirva de garante para mi entrega”, decía la carta.
A raíz de esto, en medios ecuatorianos comenzó a tomar fuerza la versión de que la captura de alias Fito fue en realidad una entrega pactada, con la supuesta intermediación del gobierno colombiano.
Las versiones oficiales
No obstante, los ministros ecuatorianos de Defensa, Gian Carlo Loffredo, y del Interior, John Reimberg, desmintieron esa hipótesis. Aseguraron que la operación para capturar a Fito duró diez horas y que se ejecutó con precisión y sin bajas, logrando además la detención de otros cuatro hombres de su círculo de seguridad.
El viernes 27 de junio, en una entrevista con Noticiero 7 de Ecuador TV, el ministro Reimberg no negó ni confirmó una posible reunión entre Petro y “Fito”, pero reiteró que fue una captura, no una entrega.
“De Gustavo Petro lo que sabemos es que estuvo en Manta, dentro de una casa durante toda su estadía. No podemos asegurar que ‘Fito’ haya ido. Se ha dicho que ciertos actores políticos estuvieron con él. Hoy no puedo asegurarlo ni descartarlo”, declaró.
Posteriormente, el domingo 29 de junio, Reimberg negó de forma tajante la versión publicada por Canal 1 de Colombia que hablaba de un pacto para la entrega de “Fito”. “Canal 1 de Colombia miente. Alias Fito no se entregó ni hubo ningún pacto, y no participó Colombia. Su captura fue una operación 100% ecuatoriana, ejecutada con precisión y valentía por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas del Ecuador, basada en amplias labores de inteligencia”, escribió en su cuenta de X.
¿Intervención para la “paz total”?
En una columna de opinión publicada en El Tiempo, el analista Mauricio Vargas afirmó que un periodista ecuatoriano —cuyo nombre no reveló por seguridad— le confirmó que Petro viajó a Manta para reunirse con alias Fito. El objetivo habría sido pedirle que intercediera ante las disidencias de las FARC lideradas por alias “Iván Mordisco”, con el fin de que regresaran a la mesa de negociaciones de la “paz total”.
“Conocedor de la influencia de Los Choneros sobre las disidencias de las FARC que lidera alias ‘Mordisco’, Petro fue a pedirles que los convencieran de volver a la mesa de negociaciones”, relató el columnista.
Sin respuesta oficial
Como suele suceder con sus viajes internacionales, ni el presidente Petro ni la Presidencia de Colombia han explicado aún qué hizo exactamente el mandatario en Manta ni con quién se reunió. La única comunicación oficial vino de la Cancillería colombiana, que aclaró que no intercedió en la captura de alias Fito y que no recibió por canales oficiales la carta atribuida al capo ecuatoriano.
“En relación con la reciente captura en Ecuador de alias ‘Fito’, que celebramos por tratarse de un individuo señalado de delitos graves, informamos que el pasado 9 de junio, a través de nuestra embajadora en Quito, María Antonia Velasco, y de la viceministra Rosa Yolanda Villavicencio, se recibió una supuesta comunicación atribuida al señor ‘Fito’, en la que solicitaba la intermediación del Estado colombiano como garante de una eventual entrega para evitar su extradición a los Estados Unidos”, señaló la Cancillería.