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¿Se cocina alianza entre paisas para tomarse dos partidos?: este y otros secretos del poder en De Buena Fuente
Carlos Trujillo, del Partido Conservador, y Julián Bedoya, con raíces en el Partido Liberal, analizan si le pueden sacar provecho a su cercanía política. Además, no cesa la controversia entre los godos y un cabecilla del Clan del Golfo tiene cierto ‘beneficio’.
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Carlos Trujillo y Julián Bedoya tienen una cercanía política que quieren aprovechar en las elecciones regionales de este año. FOTO: Cortesía
12 de febrero de 2023
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Detrás de la disputa interna en el Partido Conservador hay un componente hasta ahora desconocido. Resulta que en mentideros políticos se habla con fuerza de un supuesto plan que trazó el senador Carlos Trujillo –aún jefe azul– junto a su aliado, el polémico Julián Bedoya –exsenador liberal y ahora candidato a la Gobernación de Antioquia–, con el fin de tomarse el poder en los dos partidos tradicionales del país: Conservador y Liberal. Por eso, lo que se dice es que Trujillo no se va a dejar quitar la jefatura azul y, por los lados, ayuda a mover fichas en las toldas rojas para que, a través de una tutelatón que ya comenzó, se obligue a César Gaviria a convocar una asamblea nacional para renovar los cuadros directivos liberales. La llave ya se soldó, falta ver si logran la meta.
¿Se inclinará la balanza azul?
Ahora bien, en privado y por 30 minutos, el presidente Gustavo Petro recibió en la Casa de Nariño al senador Efraín Cepeda, quien quiere arrebatarle la jefatura del Partido Conservador al antioqueño Carlos Trujillo. Su intención era lograr un ‘gutiño’ palaciego para finiquitar el golpe y, según varias fuentes, lo logró en parte. Petro hizo saber que si termina este miércoles ungido Cepeda o ratificado Trujillo lo que realmente le interesa es que la bancada azul siga en su coalición. Como quien dice, no importa el santo sino el milagro. La polémica aún arde.
‘Chiquito Malo’ tiene un ‘beneficio’
Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, es uno de los cabecillas del Clan del Golfo al que el Gobierno Petro trató de liberar en medio de su propuesta de paz total. Si bien está señalado de ser un sanguinario asesino, de reclutar y violar menores, de traquetear desde Antioquia y Córdoba hacia Estados Unidos y Europa, resulta que este personaje no tiene un pedido de extradición oficial en su contra. ¡Por ningún delito! Es como si, pese a su tristemente célebre fama entre la criminalidad, hubiese pasado de agache ante el radar de la justicia norteamericana. ¿Petro y su gente lo sabían y por eso lo quieren volver gesto de paz?
No hay quién los cuide...
Luego de la polémica que desató la dudosa liberación que logró el condenado Jorge Luis Alfonso López, hijo de “la Gata” y quien tuvo que volver a entregarse tras la revocatoria de ese beneficio, salieron a la luz unos datos inquietantes sobre los presos con detención domiciliaria en Colombia. De Buena Fuente consultó bases de datos oficiales y encontró que hay 70.855 personas en esa condición –entre ellas el hijo de la condenada empresaria del chance–, de las cuales 5.849 tiene brazalete de custodia electrónica. El problema es solo que en el país solo hay 11.000 guardianes del Inpec y no solo deben vigilar los 128 centros penitenciarios, sino también pasar revista a los presos en domiciliaria. Por eso, ante la falta de quién los vigile, casi siempre violan sus restricciones.
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