Luego de que el Consejo de Control Ético del partido Cambio Radical anunció que abrió un proceso disciplinario contra tres congresistas que no participaron en la votación de la consulta popular, este martes se pronunció el senador Didier Lobo quien, al ratificar la objeción de conciencia, argumentó que no puede “ir en contra de una decisión de bancada”, pero tampoco “en contra de un amplio sector que me apoya”.
Según el congresista –quien es investigado junto a los también senadores Temístocles Ortega y Ana María Castañeda–, aún no ha sido notificado de la determinación. Sin embargo, defendió que acudió a la objeción de conciencia para blindar su ausencia del debate.
“Hice objeción de conciencia porque no puedo ir en contra de una decisión de bancada y tampoco puedo ir en contra de un amplio sector que me apoya en los municipios de Codazi, Becerril, la Jagua y la Loma, en César. El partido eso lo sabía, pero soy respetuoso de las actuaciones del partido. Estoy tranquilo y el partido está en su derecho de iniciar el proceso que considere”, explicó.
Incluso, anunció desde ya que se apartará de la nueva consulta popular radicada por el Gobierno de Gustavo Petro –la cual incluye ahora temas de salud–. “Esta nueva consulta nace sin piso. El Senado acabó de hundir una consulta popular y no la pueden revivir. Solo puede presentarla después del 20 de julio (...) No puede ser que cada vez que el Congreso niegue una reforma se consulte al pueblo. Sería desgastante financieramente y adelantaría las elecciones presidenciales y parlamentarias”.
La investigación de la colectividad señala que, pese a que la bancada había tomado la decisión de votar “No” de manera unificada, Lobo, Castañeda y Ortega se ausentaron del recinto. Por ello, habrían incumplido la ley de bancadas y habrían incurrido en deslealtad partidista.
Las sanciones podrían ir desde una amonestación, pasando por una suspensión temporal del derecho a la voz y voto, hasta la expulsión del partido. “Los senadores cuentan con cinco días hábiles para dar contestación y aportar los elementos fácticos y probatorios que permitan el esclarecimiento de los hechos, en caso de que no se pronuncien y guarden silencio, los hechos objeto de investigación se presumirán como ciertos”.
Pese a la tesis de la objeción de conciencia, el reglamento de Cambio Radical indica que sus integrantes deberán actuar de forma homogénea y en caso de oponerse a alguna determinación, únicamente podrían dejar constancia de su descontento “por motivos de conciencia”. Es decir, se pueden oponer a una decisión, pero si son vencidos en democracia deben acogerse a lo que señale la mayoría.
Frente a ello, el senador Lobo insistió en que su postura fue clara. “La bancada la sabía y mis compañeros lo sabían. Nunca se ocultó, lo dije 10 días antes de la votación: que yo me iba a abstener de votar por la objeción de conciencia entendiendo que tenía un sector amplio de quienes me acompañan en el centro del Cesar que me estaban pidiendo que les apoyara la consulta”.
El congresista señaló también que no puede ir contra su partido, ratificando que suma siete años de militancia. “Siempre he acompañado los lineamientos y las decisiones que se tomen en bancada. Es más, soy uno de los que lidero y exijo que se cumplan las decisiones de bancada. Pero yo no he incumplido una decisión porque fui claro con ellos. En este caso simplemente me aparté”.
Lobo defendió que ha actuado en bancada en decisiones como revivir la reforma laboral y que ahora, con base en ese proyecto, buscará incluir asuntos relacionados con el bienestar de los trabajadores. “Hoy tenemos la responsabilidad, quienes no habíamos tenido la oportunidad de debatir la reforma laboral, de discutirla y poder aprobar algunos puntos que creemos son de importancia para la clase obrera y esto dejaría sin piso cualquier consulta”.