Cuatro miembros de la misión de la ONU, así como los guerrilleros de las Farc que hacían parte del mecanismo tripartito de monitoreo, salieron ayer del punto de preagrupamiento ubicado en el corregimiento de Pondores, en el municipio de Fonseca, en La Guajira.
Ambas situaciones se dieron a raíz de la publicación de un video en que se veía a delegados de la ONU bailando con guerrilleras durante la celebración de Año Nuevo.
Como consecuencia, la canciller María Ángela Holguín pidió al Secretario General Adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, mediante su embajadora en ese organismo, María Emma Mejía, “adoptar los correctivos necesarios” para evitar que se registren hechos similares.
“Este tipo de comportamiento desvirtúa el profesionalismo y neutralidad que debe caracterizar, en todo momento, al equipo que hace parte del Mecanismo Tripartito, en cumplimiento del mandato de la Misión Política encomendada por el Consejo de Seguridad”, expresó la diplomática.
Mediante otra carta, Feltman contestó que esta era evidentemente una conducta inapropiada y que la ONU adelantaba una investigación al respecto.
Muy pronto, en la mañana de ayer, la ONU determinó “separar de su servicio a tres observadores presentes en la ocasión y a su supervisor directo. La Misión reitera su determinación de verificar con total imparcialidad los compromisos de las partes sobre el cese al fuego y de hostilidades y la dejación de armas”.
En respuesta, el Bloque Martín Caballero de las Farc retiró su componente del mecanismo de Monitoreo y Verificación local del Punto Transitorio de Normalización de esta región.
De acuerdo con las Farc, la decisión se mantendrá hasta que la ONU clarifique “el despido de su personal bajo el argumento; de ser un hecho inapropiado y hostil el acto de compartir e integrarse con las comunidades, los guerrilleros y sus familiares”, para lo que pidieron una reunión de alto nivel con representantes de la ONU y el Gobierno para aclararlo.