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Las estafas más escandalosas en Cartagena
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Turistas en playas de Cartagena. FOTO COLPRENSA
29 de mayo de 2018
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Las playas de Cartagena vuelven a ser noticia nacional y no precisamente por su belleza sino porque los turistas volvieron a ser víctimas de la viveza de los vendedores.
Con un “Venga una pruebita, un masajito” lograron persuadir a tres turistas chilenas en las playas de Bocagrande, a las que terminaron cobrándole 450.000 por un masaje que “no duró ni cinco minutos”.
Este no es ni el primer ni único caso de este tipo en las playas del Corralito de Piedra. Estos son algunas de las estafas más escandalosas en La Heroica:
• $ 850.000 por una bandeja de mariscos
En mayo de 2017 en las playas de La Boquilla a una pareja de turistas franceses le cobraron la exorbitante suma de 850.000 por una bandeja de mariscos, dos pescados, tres cervezas y una botella de agua.
La pareja había sido “atendida” por los “pide-pide”, jóvenes locales que abarcan a los turistas y les ofrecen los servicios de la playa y reciben una comisión por eso.
El caso en Cartagena es que estas personas tienden a cobrarle absurdos precios a los turistas como en este caso en el que la cuenta en realidad daba un total de $60.000.
• Tres sancochos por $200.000
La situación no solo se presenta con turistas extranjeros, en Cartagena se ha vuelto parte del paisaje ver cómo también estafan a visitantes connacionales.
Otros de los casos más recordados en que los turistas fueron víctimas de los “pide-pide” es el de unos caleños que llegaron a Cartagena de vacaciones y terminaron pagando $200.000 por tres sancochos, dos cervezas y una gaseosa.
Los dueños del restaurante, también ubicado en La Boquilla, aseguraron que ellos vendieron los platos en $20.000 pero esos jóvenes se los revendieron a los turistas en $70.000.
• $ 120.000 por dos piñas coladas
Para la temporada de fin de año de 2017, un grupo de turistas bogotanos llegó a un establecimiento de la localidad 2 de La Boquilla en Cartagena.
Allí alquilaron una carpa, dos sillas asoleadoras y bebieron dos piñas coladas. La jornada de descanso en la playa se vio empañada con la cuenta del restaurante.
Dos piñas coladas en 120.000, el alquiler de carpa en 100.000 , el alquiler de las dos sillas asoleadoras otros 100.000, más el descaro del cobro de un “servicio” por 32.000 pesos, para un astronómico total de 352.000.
La foto de la cuenta se viralizó en redes sociales.
Jajajajajajajajajajajajajajjajajajaj cuando eres un cachaco güevón y rependejo, jajajajajjajajajajacofcofcofjajajjjj pic.twitter.com/lr6y1UmjJY
— Jawbreaker (@TeguaTitulado) 2 de enero de 2017
• $100.000 por una carrera
Aunque las playas son normalmente el escenario de abusos a los visitantes, este no es el único espacio que usan algunos para estafar a aquellos que llegan a la ciudad.
En la temporada de vacaciones del año pasado un joven brasilero llegó al Corralito de Piedra para asistir a un evento en el Centro de Convenciones.
Después de aterrizar en el Aeropuerto Internacional Rafael Núñez, sobre las 11:45 p.m., se movió a buscar un transporte para llegar al barrio Manga, ubicado a 7,2 kilómetros y a unos 20 minutos en carro del Aeropuerto.
El joven tomó un carro que lo “paseó” por diferentes partes de la ciudad hasta finalmente llevarlo a su destino y cobrarle $100.000 por la carrera.
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