viernes
7 y 9
7 y 9
Después de seis meses de producción y de un trabajo coordinado con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y los ministerios de Justicia y Agricultura, Santa Marta Golden Hemp obtuvo lo que ninguna otra empresa en el país había conseguido: el permiso para exportar semillas de cannabis. Con este hito, Colombia sigue consolidándose como un actor de peso en este mercado.
En total, Santa Marta Golden Hemp, filial de la canadiense Avicanna, enviará la próxima semana –aún no se ha definido día por el coronavirus– 100 mil semillas de la planta a Denver, en Colorado (Estados Unidos).
Las semillas, que no son sicoactivas –es decir, sin el compuesto THC, que es el que genera efectos alucinógenos en la marihuana–, fueron cultivadas en el corregimiento de Bonda (Magdalena) y llegarán a productores de medicinas derivadas de la planta en el extranjero que necesitan acceder a semillas de cáñamo durante el ciclo invernal.
Lucas Nosiglia, presidente de Avicanna Latam, afirmó que el permiso “es un hito muy importante para toda la industria, que es reciente, pero tiene mucho futuro en el mercado global y puede ser un catalizador para reactivar la economía colombiana en los próximos meses”, dijo. Y aunque no precisó cuál es el valor de este negocio, sí señaló que ayudará a que Colombia tenga más relevancia en el panorama internacional.
Pero llegar hasta este punto no fue sencillo. Para empezar, la empresa debía contar con una licencia de semillas, que es entregada por el Ministerio de Justicia. Luego de esto, entraba en el panorama el ICA, que acompañó el proceso de documentación (que incluye entregar datos como la ubicación de los cultivos, contar quién es el representante legal de la empresa, entregar certificados de cámara y comercio, entre otros), al tiempo que hacía visitas de campo.
Todo este proceso, que también incluyó presentar ante el Ministerio de Justicia el protocolo de transporte y el visto bueno por parte del ICA, tomó cerca de seis meses. Cuando se surtió el proceso a principios de esta semana, fue cuestión de dos días para que fuera aprobado y entregado el permiso de exportación.
“Esta exportación se presenta como una alternativa de negocio para que las empresas, además de la producción de extractos para uso médico y científico, puedan realizar la multiplicación de semillas de buena calidad con fines de exportación”, dijo al respecto Deyanira Barrero León, gerente general del Instituto Colombiano Agropecuario.
En Colombia, el mercado del cannabis es nuevo. En 2016 se expidió la ley 1787 que creó el marco legal para el uso médico y científico de la marihuana y sus derivados, pero no fue sino hasta 2017, con el decreto 613, que se reglamentó dicha ley. Es decir, hace apenas tres años hay una regularización clara.
Sin embargo, este marco normativo robusto sumado a las condiciones climáticas han convertido a Colombia en un referente para la industria. Por eso, empresas, sobre todo de Estados Unidos y Canadá, han llegado al país.
Así, aunque vaya a paso lento, hasta el momento se han entregado, según el Ministerio de Justicia, 671 licencias: 402 para cultivos no sicoactivos, 167 para cultivos sicoactivos y 102 para semillas y, ahora, 1 para exportar.
Dumar Cárdenas, subdirector de Control y Fiscalización de Sustancias Químicas y Estupefacientes del Ministerio de Justicia, explica que el potencial radica en que “si se desarrolla en debida forma, es un mercado que puede generar cerca de cien mil empleos e ingresos por envíos al extranjero por alrededor de US$5 millones. Es una gran oportunidad para hacer exportaciones distintas a las tradicionales, para generación de empleo y de divisas, y para impuestos para el Estado”.
Por supuesto, también hay retos. Jaime Cárdenas, subgerente de Protección Vegetal del ICA, señala que uno de los principales desafíos está en la infraestructura del Estado para atender a las empresas interesadas. Explica que en el Instituto hay 25 técnicos, entre contratistas y funcionarios, para realizar las visitas de campo, por lo que se han visto desbordados. “Esta es una industria muy nueva y desde el ICA todavía estamos necesitados mejorar, sobre todo en algunas regiones, la atención de servicios que nos requieren”.
Sin embargo, son más los beneficios que ven las empresas que los retos en un mercado que, para 2027, tendrá un valor de 73.600 millones de dólares en todo el mundo, según la firma consultora Grand View Research. “Colombia será un actor fundamental en abastecer la necesidad de cannabis en el futuro”, concluye Nosiglia.