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Mattos no solo compró jueces, también quiso torcer a periodista
También dijo que pagó a Gonzalo Guillén para hablar mal de la Fiscalía. El periodista niega la versión.
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Carlos Mattos fue enviado al país desde España en noviembre del año pasado, para que cumpliera con la justicia colombiana. FOTO Colprensa -
Recibo que salpicaría al periodista Gonzalo Guillén con Mattos.
02 de febrero de 2022
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El castillo de bienes y excentricidades que el empresario Carlos Mattos construyó por más de 24 años de carrera en el sector automotor, está cada vez más cerca de derrumbarse, si es que le queda algo en pie.
Este martes se conoció que pidió disculpas a su familia y al país por haber sobornado a dos jueces con el fin de no soltar el negocio que lo llevó a la cima con Hyundai Colombia, un proceso que deambula por pasillos judiciales desde hace seis años.
En sus disculpas públicas no desaprovechó para salpicar al periodista Gonzalo Guillén, al que le habría dado $20 millones para que desprestigiara a la Fiscalía y a su competencia en el sector: el grupo ecuatoriano Eljuri. Sobre esto, Guillén le dijo a EL COLOMBIANO que ese montaje “les quedó mal hecho”, pues él no tiene nada que ver y así lo probará.
Estas excusas de Mattos hacen parte de las condiciones de los dos preacuerdos que el daddy de los carros en Colombia logró con la Fiscalía para salvarse de varios años a prisión por sobornar a los jueces Reinaldo Huertas y Ligia del Carmen Hernández, a quienes les habría ofrecido dádivas para que lo beneficiaran.
El destino de Mattos lleva consigo entonces una premonición encerrada en cuatro paredes, pues parte de los preacuerdos es que el empresario pague mínimo 32 meses de cárcel y entregue 2 millones de dólares a las víctimas (cerca de $7 mil millones).
El zar de la Hyundai
Millonario, coleccionista de arte, filántropo y concursante en un reality, así se reconocía hace unos años a Mattos en cada lugar que pisaba, casi siempre lujosos sitios a los que subía hasta en ascensores de oro. En Bogotá, Cartagena y Estados Unidos –donde tenía propiedades–, su nombre resonó con fuerza en la élite de empresarios que, según él, le reconocieron varias veces su próspero trabajo.
Pero la vida también es de bajadas, y en 2015 fue notificado por la central de Hyundai en Corea del Sur de que no gozaría de la distribución exclusiva de esa marca en el país, algo que hirió su ego y perjudicó su bolsillo.
“Ante esta abrupta circunstancia, conformé un equipo jurídico para intentar reversar la decisión adoptada”, detalla en sus excusas. La fórmula que usó no generaba dudas: presentar demandas para que los ecuatorianos de Eljuri no se metieran con su emporio.
Pero él quiso tomar ventaja, y a la par de dichos procesos se acercó de forma ilegal a varias personas, entre ellas cercanos al juez Reinaldo Huertas. En conjunto lograron manipular el sistema de reparto para que justo el caso llegara al despacho de ese juez.
La tarea se cumplió, y en abril de 2016, Huertas se pronunció diciendo que Mattos era el único autorizado para vender carros de Hyundai en Colombia, decisión que tuvo varios millones por debajo de la mesa, incluso al juez se le habría visto estrenando carro por esos días.
Y como la desesperación le pudo más que sus argumentos, Mattos quiso acaparar a la justicia con más regalos, por eso alternó otro soborno a la jueza Ligia del Carmen Hernández, con quien pretendió obtener medidas cautelares para conservar su fortuna, frenando al Grupo Eljuri como nuevo distribuidor.
El nombre de la jueza aparece en uno de los preacuerdos del empresario con la Fiscalía. En él se lee que a ella le entregaron $50 millones “en una caja de zapatos sellada”. El detalle lo había enviado Mattos, quien días después le hizo llegar otros $50 millones. Por esos presentes la jueza fue judicializada.
Condiciones de la Fiscalía
Este diario conoció que son dos los preacuerdos que Mattos tiene con la Fiscalía, cada uno por los sobornos a ambos jueces. Estos están a falta de que la justicia les dé su visto bueno.
La fecha para decidir sobre el caso que se le sigue por dádivas a Ligia del Carmen Hernández es el próximo 24 de marzo, mientras que en el del juez Huertas la diligencia estaba planeada para este lunes. Sin embargo, fue aplazada para el 8 de febrero porque el empresario hace 13 días se encuentra hospitalizado en la Clínica Santa Fe, de Bogotá.
El último capítulo del caso Mattos cada vez más se acerca a su fin. Aparte a las disculpas, para su preacuerdo le falta indemnizar a las víctimas (Rama Judicial y Fiscalía) y rendir interrogatorio para detallar cómo, cuándo y dónde ejecutó los actos que hoy lamenta.
32
meses de prisión para Mattos hacen parte de uno de los dos preacuerdos que aceptó.
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