El paso de Sebastián Moreno Maya por una cárcel de Cúcuta fue clave para que lograra contactarse con los lugartenientes que allí tiene el narcodisidente “Jhon Mechas”, líder del grupo terrorista señalado de atacar con explosivos el aeropuerto de esa ciudad el pasado 14 de diciembre.
Moreno Maya es, precisamente, uno de los cinco capturados en la noche del lunes en Medellín por su presunta responsabilidad en ese atentado, que les costó la vida a dos policías. Este sujeto, de acuerdo con la investigación judicial, habría sido el encargado de conformar el comando mercenario que la disidencia 33 de las Farc subcontrató para perpetrar ese ataque.
En efecto, tal y como lo reveló EL COLOMBIANO, se le habrían ofrecido alrededor de 120 millones de pesos para cada uno de los integrantes de su grupo, a quienes ubicó en la capital antioqueña y con los que tendría conformada una especie de sociedad de mercenarios que, según información extraoficial, estaría operando desde Medellín para “venderse al mejor postor” y ejecutar diferentes actividades ilegales, como el atentado de Cúcuta.
Su captura se realizó en las inmediaciones de la carrera 51 con calle 73, en el barrio Brasilia de Medellín, donde fue ubicado por efectivos de la Dijín tras ser reconocido en cámaras de video e interceptaciones telefónicas que lo ubicaron en Cúcuta el día del atentado al aeropuerto.
De hecho, se sabe que habría viajado vía terrestre entre las dos ciudades para no dejar rastros de su desplazamiento, pero fue detectado haciéndole inteligencia a la terminal aérea de Cúcuta días antes del ataque. Además, por fuentes humanas se ha logrado recoger evidencia de su posible desplazamiento hacia zona rural de Norte de Santander y Venezuela para recibir entrenamiento en explosivos por parte de la disidencia de “Jhon Mechas”.
Estos datos recopilados por reporteros de este diario coinciden con lo indicado por el periódico La Opinión –de Cúcuta–, que indica que antes de darse esa captura se llegó a una vivienda del mismo barrio Brasilia de Medellín, donde se ocultaba Nayibeth Alexandra Londoño, otra de las arrestadas.
En estos dos operativos, según fuentes conocedoras del tema, se lograron incautar equipos electrónicos y de comunicaciones que están siendo analizados por peritos judiciales para intentar desentrañar la posible presencia de mercenarios en la capital antioqueña.
Simultáneamente, pero en el barrio Robledo Miramar –también de Medellín– se realizó un operativo de allanamiento y captura para arrestar a Adrián Kaleth Guzmán, otro de los presuntos terroristas subcontratados por la disidencia 33. Y al otro lado de la ciudad, en una zona conocida como Jesús, se detuvo a Yuli Mildrey Mazo, su supuesta cómplice. El quinto detenido fue hallado en el corregimiento de Santa Elena y fue identificado como Diego Felipe Maya.
Todos, entre la noche del lunes y la madrugada del martes, fueron trasladados de inmediato a Cúcuta para llevarlos ante un juez a la audiencia de legalización de captura, proceso que aún está en marcha este miércoles y se sustenta en los delitos de terrorismo, fabricación y porte ilegal de armas y homicidio agravado.
De hecho, de esa audiencia hasta ahora se conoce una foto que publicó La Opinión, en la cual se ve a estos cinco capturados (tres hombres y dos mujeres). Se espera, según le confirmaron diversas fuentes a EL COLOMBIANO, que estos y otros detalles se den a conocer luego de que finalice la diligencia judicial de legalización de captura.