viernes
3 y 2
3 y 2
A vísperas de que las delegaciones del proceso de paz inicien con el protocolo de salida de los menores de edad de los campamentos de las Farc y pasen a manos de los funcionarios de Unicef el próximo 10 de septiembre, la directora de la especialización en sicología educativa de la Universidad de la Sabana, Neila Díaz, aseguró que la capacidad de estos de recuperarse emocionalmente ante la adversidad es más alta que la de los adultos.
Tal como pudo ser comprobado, según Díaz, en lo ocurrido con los niños que desvinculados de los grupos alzados en armas en los conflictos internos de Ruanda, Sierra Leona y Sudán, casos que la docente conoció de cerca.
Lea aquí: Gobierno no sabe cuántos niños están en las Farc
En cifra oficiales, todas recopiladas y publicadas por la Universidad de la Sabana, se dice que “el conflicto armado con Farc y el Eln ha dejado en el país ocho millones de víctimas. De estos, así lo aseguró la Defensoría del Pueblo, un millón y medio corresponden a menores de edad y adolescentes. El Icbf, por su parte, confirmó que entre noviembre de 1999 y marzo de 2016 fueron atendidos 5.969 menores de edad que sobrevivieron al reclutamiento de los grupos alzados en armas, de estos el 60% salieron de las Farc”.
Para Díaz, los menores que han vivido de cerca el conflicto, como víctimas o victimarios, pueden tener reacciones que van desde un retroceso en el proceso de aprendizaje, paranoia, incontinencia urinaria, hasta insomnio y falta de apetito. Otras respuestas a este tipo de situaciones se relacionan con pesadillas frecuentes, delirio de persecución, juegos que incluyen muerte y amenaza, apatía, falta de concentración y agresividad.
Lea aquí: Menores de edad saldrán de las filas de las Farc el 10 de septiembre
Según la experta, “se calcula que por lo menos en seis meses aparecen los daños psicológicos en los niños soldados. No obstante, y según estudios internacionales, cerca de un 90% se recupera siempre y cuando el conflicto haya terminado o pasado a planos diplomáticos. Solo el 10% quedaría con síntomas que amerita una intervención más profunda y los que se logran recuperarse tardarían, por lo menos, entre dos y cuatro años para hacerlo”, explicó Díaz, quien dijo además que el proceso de recuperación se torna más fácil y rápido en los que tienen 15 años o menos, ya que estos, por lo general suelen reprimir mejor que los adultos la presencia de traumas o miedos.
En palabras de la directora de la especialización en sicología educativa de la Universidad de la Sabana, aunque la total reintegración a la vida civil de cada menor se hará efectiva entre los dos y cuatro primeros años los resultados finales de este proceso podrán ser percibidos en las próximas tres o cuatro décadas.
Lea aquí: El Acuerdo se firmará el 26 de septiembre
“Para comenzar, sería importante aplicar lo que hizo Sudán, que involucró a los niños reinsertados y los convirtió en los principales actores de la reconstrucción del país; o Sierra Leona, que cambió las armas de los menores por bicicletas”, explicó Díaz, quien aseguró que muy seguramente por lo menos el 20% de estos no sabrán ni leer ni escribir .
Para finalizar, la experta afirmó que “la intervención de cada niño víctima o victimario de la violencia dependerá de cada caso particular, pues hay menores que trabajaron en la guerrilla sólo como cocineros, otros como mensajeros pero algunos fueron reclutados para hacer favores sexuales. Los casos más difíciles seguramente serán los adolescentes de 15 años que no sólo aprendieron a disparar un arma, sino que también asesinaron e incluso comandaron un frente”.
Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana. Magíster en Periodismo Multimedia de la Universidad Autónoma de Madrid-ELPAÍS.