Una justicia que no deje fisuras en las que pueda colarse la impunidad por las acciones violentas de las bandas criminales, es la que contempla el proyecto del sometimiento a estas estructuras ilegales —en especial el Clan del Golfo—, anunciado como urgente por el vicepresidente Óscar Naranjo.
Según el general en retiro de la Policía, no hay posibilidad alguna de que el proyecto de ley contemple el uso de justicia alternativa o transicional para resolver el procesamiento colectivo de las bandas criminales, “es un procedimiento de justicia ordinaria, de sometimiento a la ley, que no implica ningún tipo de tratamiento especial para esos delincuentes”.
Naranjo expresó que la urgencia en la radicación del proyecto de ley es para darle a la Fiscalía mecanismos de imputación colectiva y para resolver, de manera jurídica, “la situación de un número muy grande de personas que están por fuera de la ley y que quieren dejar las armas”.
Necesidad y efectividad
En diálogo con EL COLOMBIANO, algunos expertos opinaron sobre la necesidad de debatir este proyecto de ley y los efectos que dejaría.
“Todo proyecto encaminado a someter estructuras armadas y factores de violencia organizados que el Estado no ha podido derrotar, son alternativas importantes para el país. Pero para ver qué tan efectivo puede resultar hay que determinar, fundamentalmente, que no existan condiciones que permitan impunidad o un trato desigual”, dijo Luis Eduardo Celis, asesor de Posconflicto de Redprodepaz.
León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación, consideró que “hay que llegar con las bacrim a acuerdos de sometimiento colectivo. No obstante, en realidad el proyecto de ley que están presentando no es para sometimiento a la justicia. Lo que hace, al contrario, es endurecer las penas, volver más difícil cualquier negociación con esos grupos en ese sentido”.
En esa vía se abren las posibilidades a que en el Legislativo se den modificaciones al proyecto de ley, buscando una versión mucho más efectiva a la hora de convencer a estos grupos delincuenciales para que se sometan a la justicia.
No se debe olvidar, como reiteró Naranjo, que desde 2006 se han capturado a 28.000 delincuentes vinculados con esas organizaciones criminales. No obstante, el fenómeno criminal mantiene su fuerza por rentas criminales como el narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión en más de 100 municipios del país como lo han registrado las autoridades militares..