Esta vez el presidente Juan Manuel Santos no quiso usar parte de su discurso en la instalación del Congreso en controvertir o señalar a sus opositores. Prefirió insistir en que el Acuerdo con las Farc es un logro de todos los colombianos y que se cumplirá, como se prometió al mundo.
Hizo un llamado al optimismo y, de manera sutil, aludió a sus críticos al pedir el fin a la confrontación política y a la difamación. Destapó las cartas de su último año de Gobierno para consolidar políticas sociales, económicas, de seguridad, internacionales y de paz. Vendrá un proyecto contra la corrupción.
Y en un acto de sinceridad, reconoció que hay preocupaciones ciudadanas en la seguridad y por la desaceleración económica, aludió a su baja aceptación en las encuestas y dijo estar dispuesto a sacrificar hasta su impronta.
“Yo entrego gustoso hasta el último punto de la popularidad que me queda, a cambio de una sola de esas vidas salvadas! (...) ¡Olvídense de mí! Olviden –si eso los hace sentir mejor a algunos– que estos avances se lograron en estos años de gobierno. Pero no nos olvidemos de los logros reales que hemos alcanzado juntos”.
¿Terminar la polarización?
Desde el distanciamiento entre Santos y el expresidente Álvaro Uribe en 2011, las discusiones entre ambos han sido el pan de cada día y el desgaste político es notorio.
Según Liliana Gómez, docente de Comunicación Política de la U. Sergio Arboleda, Santos quiso dejar de lado las divisiones y hablar de unidad, que es en últimas lo que necesita el país, luego de la entrega de armas por parte de las Farc.
“Su apuesta en su último año, es tratar de acabar, por lo menos en parte, con tanta polarización y dejar un país en el que cada uno pueda empezar a tener acciones de paz. Le queda mucho por hacer, pero destacó su logro fundamental (por cuyo compromiso ganó la elección 2014): que hoy en Colombia se salven vidas”.
Para Carlos Arias, docente de la Maestría en Comunicación Política de la U. Externado, Santos, además de reconocer que su popularidad la sacrifica por la paz, destaca la inversión en infraestructura. Agrego que, aunque pueda parecer como parte de listado de logros, en Santos no es gratuito nada y puede ser un llamado a fijar la atención en los temas de la próxima campaña.
“La transversalidad de la implementación de la paz será el eje que mueva las iniciativas del Congreso en un año en el que todo caminará más lento, porque los congresistas entran en campaña y muchos miembros del Gobierno saldrán a buscar sus intereses y los de sus partidos”.