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El 7 de agosto Gustavo Petro Urrego tomará oficialmente las riendas del país. Y al asumir como Presidente de la República comienzan las preguntas de quiénes de verdad rodean al nuevo mandatario. Porque una cosa son los asesores y estrategas que le ayudaron en el último tramo de la campaña (tipo Armando Bennedetti, Roy Barreras, Alfonso Prada o Luis Fernando Velasco) y otra cosa los que han estado a su lado, y le han hablado al oído, a lo largo de décadas de trabajo político.
Esta pregunta cobra especial interés en el caso de Gustavo Petro porque él ha sido o fue durante muchos tiempo un verdadero llanero solitario: un hombre que confiaba en pocas personas. Cuando llegó a la Alcaldía de Bogotá. por ejemplo, prefirió nombrar en cargos críticos (como el Instituto de Desarrollo Urbano) a personas en las que confiaba así no tuvieran un mínimo conocimiento del cargo o tuvieran experiencia en el manejo de presupuestos billonarios.
Ahora parece estar ocurriendo todo lo contrario. El presidente electo ha mostrado una faceta totalmente diferente: arma grandes equipos (el del empalme son 2.500 personas, según dijo Mauricio Lizcano) y sus dos primeros nombramientos de ministros han recaído en personas, como José Antonio Ocampo y Álvaro Leyva, que no necesariamente son cercanos a él pero sí tienen una gran trayectoria en sus respectivos sectores.
El cambio es tan fuerte que ahora Petro parece el ‘nuevo mejor amigo’ de todos los que antes eran sus adversarios.
Los ‘embajadores’ de Petro
Entre los más cercanos a Gustavo Petro, lo que podrían llamarse petristas purasangre, están Augusto Rodríguez, Eduardo Noriega, Daniel Rojas y por supuesto su esposa Verónica Alcocer (ver recuadros). Han estado desde hace más de 20 años con él y hoy le siguen hablando al oído con bajo perfil.
Serán tal vez su polo a tierra en medio de la ambiciosa alianza política que ha emprendido en las últimas dos semanas y que denominó el “gran acuerdo nacional”.
Sin siquiera haberse posesionado, el líder del Pacto Histórico logró convocar a las diversas fuerzas políticas que incluso lo calificaron de “amenaza” para la democracia, pero no lo logró solo, pues el equipo de asesores de su entraña fueron fundamentales para concretar estos acercamientos con los que busca que le aprueben las ambiciosas reformas en materia fiscal, pensional, agraria, laboral, y de salud y educación, entre otras, que tendrá que tramitar en el Congreso de la República.
En tan solo 14 días el nuevo mandatario se ha sentado con los políticos que podrían liderar la oposición a su gobierno en los próximos cuatro años: Germán Vargas Lleras, exvicepresidente y líder de Cambio Radical; Rodolfo Hernández, segundo en las presidenciales con 10,5 millones de votos; y Álvaro Uribe, expresidente y líder del Centro Democrático.
El nuevo mandatario ha tenido una verdadera mutación en su relacionamiento con otros sectores políticos a los que les ha hecho férrea oposición en los últimos 20 años, empezando por el uribismo. Después de las elecciones, Petro moderó su discurso y tal vez del equipo que conformó en la contienda aprendió a no tomar las decisiones con testarudez.
Además, Petro ya recibió el respaldo público del Partido de la U, liderado por Dilian Francisca Toro, y del Partido Conservador, cuyo nuevo director es el senador antioqueño Carlos Andrés Trujillo.
El círculo que influye en las decisiones de Petro
Carlos Ramón González, el verde que se fue con Petro
El presidente ‘vitalicio’ del Partido Verde, es tal vez el más cercano de esa colectividad a Gustavo Petro (Por supuesto, además de Antonio Navarro Wolff que, dicen, es una especie de consejero paternal de Petro. Navarro, a propósito, no podrá estar en el empalme por delicados problemas de salud). Años atrás, González fue compañero de Gustavo Petro en el M-19, y ahora, cuando casi todo el verde apoyaba a Sergio Fajardo, González se la jugó desde el principio por Petro.
Son tan cercanos, que el propio Gustavo Petro le pidió que lo acompañara a Madrid a reunirse con el presidente de España, Pedro Sánchez. Cumbre que tendrá lugar esta semana. Tras el triunfo de Petro, González manifestó que celebró la ocasión como si fuera una victoria propia. González es un viejo zorro de la política y entiende lo que se tiene que hacer para mantener aceitado el llamado Acuerdo Nacional.
Augusto Rodríguez, el amigo que hizo en el M-19
Augusto Rodríguez es un perfecto desconocido para la mayoría de los colombianos pero por muchos años, cuando Petro fue congresista y alcalde de Bogotá, ha sido el hombre de confianza del hoy presidente electo. Como Petro cambia a menudo de número de celular, quienes quieren comunicarse con él deben hacerlo siempre primero con Rodríguez. Como dijo alguna vez Ángela María Robledo, fórmula vicepresidencial de Petro en 2018, “El filtro para llegar a Gustavo ha sido Augusto (Rodríguez). Petro casi nunca lo nombra, pero él siempre está ahí”.
Rodríguez fue su compañero en el M19 y durante los últimos 25 años su mano derecha, fue su principal bastión cuando Petro más brilló en el Congreso: en los debates de la Parapolítica. En la Alcaldía de Bogotá, era el encargado de verificar que todo marchara bien en las oficinas de mayor peso. Rodríguez le cuida la espalda, investiga lo que no se ve bien y le habla al oído.
Eduardo Noriega de la Hoz, el escudero de vieja data
Fue nombrado coordinador de la campaña de Petro en la región Caribe. Es una de las personas a las que el presidente electo seguirá escuchando como lo ha hecho en los últimos 20 años, en los que han trabajado juntos en política. Es amigo de Petro desde hace 40 años y fue su secretario general en la Alcaldía de Bogotá. Este abogado samario además fue secretario General del Icetex y del Ministerio de Educación, y subdirector del Icfes.
En 2010, mientras Petro se lanzaba a la Presidencia, Noriega se lanzó al Senado y se quemó con 7.000 votos. Es esposo de Catalina Velasco, jefe del empalme del sector Vivienda y por qué no, posible ministra. Es uno de los escuderos de confianza del mandatario electo y tiene amplia influencia sobre sus decisiones. Desde el equipo de Petro se dice que liderará en el nuevo gobierno un comité de estrategia política, por su habilidad para conciliar con colectividades diferentes a las de la bancada de gobierno.
Daniel Rojas, el líder programático de Petro
Es una de las fichas de entera confianza de Petro, y durante la campaña se desempeñó como coordinador programático, por lo que se sabe el programa de gobierno de pies a cabeza. A pesar de su bajo perfil, este economista fue designado como el coordinador y vocero del equipo de empalme del presidente electo. Rojas dio un salto de peso en la campaña de Petro, pues pasó de estar en la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) del senador Gustavo Bolívar, a ser el estructurador del programa de gobierno de Petro.
Al interior del equipo de Petro se destaca que Rojas tiene amplio conocimiento de las políticas económicas del país, por lo que fue clave en el aterrizaje de las propuestas en esa materia, haciendo énfasis en que las iniciativas de Petro se distancian del modelo económico venezolano. Rojas será uno de los orientadores del presidente electo en temas fiscales y sería determinante en la reforma tributaria.