Este 4 de febrero, fecha en que se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer, la Liga Colombiana Contra el Cáncer realizó un acto simbólico y un conversatorio con algunos sobrevivientes de esta enfermedad para transmitir un mensaje de esperanza al mundo y conmemorar a aquellos que fueron derrotados en la lucha.
Con la exposición de diferentes mándalas (símbolo circular presente en diferentes culturas que permite exteriorizar los sentimientos) se inició esta celebración, ya que a través del diseño de estos símbolos muchos pacientes han encontrado paz y sentido en la enfermedad.
Para Mariela Bermúdez, sobreviviente de cáncer de seno, esta práctica significa casi como una cura para la enfermedad, “los mándalas para mi son una experiencia maravillosa para tratar cualquier enfermedad, especialmente el cáncer, porque encuentra uno la forma de exteriorizar mediante el dibujo y la decoración de un mándala la enfermedad, es como un refugio para todos”.
A la celebración asistió una de las modelos más reconocidas del país la Toya Montoya, quien viene como acompañante de paciente, ya que su hermana Carolina Montoya padece cáncer de seno y se encuentra en la Liga realizando las terapias y tratamientos para superar la enfermedad.
La Toya, quien intervino durante el conversatorio expresó lo que ha significado para ella la enfermedad de su hermana, asegurando que aunque ha sido difícil, ese proceso ha sido un “ciclo maravilloso”.
“El cáncer sacude a los familiares de quienes viven la enfermedad, cuando Caro nos contó de la enfermedad casi me muero porque no entendía por qué a ella, ha sido un camino maravilloso, ha sido algo positivo, me he dado cuenta de la fuerza que tiene ella, he aprendido a valorar la vida mucho más a dejarme de pendejadas, a valorar las cosas pequeñas de la vida, a dejar de preocuparme por las cosas insignificantes a no amargarme por cosas que no tienen sentido, a entender y descubrir que tengo una familia maravillosa”, asegura la modelo colombiana.
En otros testimonios Fernando Gaitán, un hombre a quien en 2006 le diagnosticaron cáncer de pulmón, aun cuando jamás en su vida había consumido tabaco estuvo presente. Para entonces se encontraba en la cima de su carrera profesional y estaba próximo a consolidarse como presidente de Latinoamérica de la multinacional para la que trabajaba.
Su familia jamás imaginó que aquello podría sucederle, e incluso para él fue una gran sorpresa que hoy agradece haber encontrado tan a tiempo.
“Yo anualmente me realizaba un chequeo general y en 2006, luego de un examen de rayos x, me descubrieron que había algo en el pulmón izquierdo, algo muy pequeño aun pero que era necesario operar de inmediato”, cuenta Fernando.
Tras la cirugía en la que le removieron un lóbulo inferior del pulmón, el sobreviviente tuvo que someterse seis ciclos de quimioterapias que terminó con éxito a finales del mismo 2006.
Aunque el éxito del tratamiento fue inminente, Fernando asegura que chequearse es indispensable ya que lo que a él lo salvó fue la rapidez con la que le descubrieron la enfermedad y los constantes controles a los que aun se somete para mantener su salud, ya que tras el calvario que vivió desde que lo diagnosticaron con cáncer hasta el día que recibió la noticia de que estaba curado, su vida cambió radicalmente.
“Yo no me preguntaba por qué sino para qué, en mi caso fue necesario para replantearme muchas cosas. En ese momento la más importante para mí era mi trabajo entonces con la enfermedad y ese proceso pude balancearme en muchos aspectos, sobre todo el familiar. Tomé una licencia del trabajo, me centré en mi familia y durante ese tiempo pude cuestionarme muchas cosas y descubrí que en la vida no todo pueden ser aspiraciones materiales, que no existe el futuro sino solo el presente, por lo que no hay que esperar una crisis para decirle a alguien que lo quieres”, señala el sobreviviente de cáncer de pulmón.
Añadiendo que para alguien que quiera curarse “es indispensable tener actitud positiva, porque esta es una enfermedad que se puede superar, lo importante es rodearse de gente que tenga actitud positiva”.
Así como Fernando, Marión Jaimes es una luchadora que sobrevivió a la enfermedad. En noviembre de 2012, luego de creer que estaba en embarazo, le diagnosticaron cáncer de ovario, situación que entonces no la derrumbó gracias a que su padre, 18 años atrás había sobrevivido a un cáncer de mama.
La joven que actualmente tiene 24 años se sometió a quimioterapias durante casi un año y según ella, su actitud positiva y su sonrisa fueron lo que hizo que lograra curarse mucho antes de lo que creían los médicos.
Por eso, luego de padecer la enfermedad y de descubrir que curarse de cualquier cáncer es posible, fundó la Fundación Marión Jaimes con la que espera ayudar y llenar de esperanza a todo aquellos pacientes que a veces no ven luz ni le encuentran sentido a ese momento de la vida.
Con el programa Retornando Sonrisas, que pretende a través de la recolección de tapas plásticas recoger fondos económicos, la Fundación busca crear un hogar de paso para los pacientes y sus acompañantes que vienen de afuera de la Capital para ofrecerles un lugar donde vivir, brindarles alimentación y ayuda económica para los transportes durante el tratamiento, además de talleres que puedan devolver la esperanza.
“Vivienda, alimentación y transporte es lo básico que necesita un ser humano para tener calidad de vida, pero nosotros queremos ir más allá, ir a la parte emocional, cultural hacer talleres, enseñarles a ser independientes, apoyarlos emocionalmente y ofrecerles mucho acompañamiento a través del entretenimiento que es lo mas importante”, explicó Marión.
Testimonios con los cuales la Liga Colombiana Contra el Cáncer quiso entregar a los colombianos que padecen la enfermedad o tienen algún cercano con ella, voces de esperanza de esos sobrevivientes quienes hoy afirman y demuestran con sus vidas que sus sueños no murieron y que superar el cáncer sí es posible.