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La norma determina que solo los altos mandos pueden ordenar actividades de inteligencia, así que hay dos opciones en la más reciente denuncia de seguimientos del Ejército: un alto mando los ordenó y la investigación revelaría quién fue, o un grupo habría actuado de forma independiente, más allá de las directrices de sus superiores. Eso se desprende de las respuestas que dieron las Fuerzas Militares al Senado para el debate de control político que se realizará hoy y a las que tuvo acceso EL COLOMBIANO.
La Comisión Segunda citó el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo; la ministra de Interior, Alicia Arango; el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro; el comandante del Ejército, general Eduardo Enrique Zapateiro; el jefe del Departamento Conjunto de Inteligencia y Contrainteligencia, coronel Milton Fajardo Guevara, y el director general nacional de Inteligencia, almirante Rodolfo Amaya.
Ante los 13 senadores que la conforman tendrán que responder por la denuncia de la revista Semana sobre los supuestos perfilamientos y seguimientos realizados por el Ejército, según el informe “Las carpetas secretas”, en el que el medio asegura que 130 personas entre periodistas, políticos opositores y otras personalidades, como el exsecretario de la Presidencia Jorge Mario Eastman, fueron perfiladas durante 2019.
Desde que se conoció el caso, a principios de mayo, la principal pregunta que ha surgido es quién dio la orden. Sin embargo, las autoridades han insistido en que no se sabe quién fue y en que se buscará a los responsables.
Los senadores Juan Diego Gómez y Jaime Enrique Durán, son los citantes del debate. Al respecto, Gómez expresó que “se deben dar respuestas. Una discusión de esta naturaleza requiere no solo sacar en limpio el nombre del Ejército, sino también del Presidente. En honor a eso, los funcionarios no pueden llegar a decir que no saben quién dio la orden”.
En el documento contestado por el Ministerio de Defensa, que también recoge las respuestas de los comandantes de las Fuerzas Militares, del Ejército y del Departamento Conjunto de Inteligencia y Contrainteligencia, hay varias afirmaciones que resaltan.
Dicha cartera respondió 17 preguntas entre las que se incluyó si se tiene conocimiento sobre las carpetas con información de periodistas y si el general Nicacio Martínez entregó un informe al Ministerio de Defensa sobre la perfilación de periodistas, jueces, abogados y defensores de derechos humanos.
Para empezar, se aclara que “en ningún caso la información de inteligencia y contrainteligencia puede ser llevada a cabo por razones de opinión política, pertenencia a una organización social o sindical, o afectar los derechos y garantías de los partidos políticos de oposición”.
Además, la cartera detalla quiénes pueden ordenar y ejecutar actividades de inteligencia, como es el caso de las Fuerzas Militares, la Policía Nacional y la Unidad de Información y Análisis Financiero. Es decir, en el ordenamiento colombiano está clara la línea de mando para ejercer este tipo de actividades y que no requieren de una autorización judicial previa.
Sin embargo, y a pesar de la existencia de esa línea de mando, cuando al ministro de Defensa se le preguntó si conocía de estas actividades, dijo que “no tuvo conocimiento de ninguna actividad ilegal”.
El cuestionamiento radica en que los seguimientos se habrían hecho a personas que no representan una amenaza para el país. En ese sentido, el ministerio aclaró que la inteligencia y contrainteligencia tiene como “objetivo proteger los derechos humanos, prevenir y combatir amenazas internas o externas contra la vigencia del régimen democrático, el régimen constitucional y legal, la seguridad y la defensa nacional”.
El senador Jaime Durán se inclina por la tesis que un grupo está actuando al margen de sus superiores. Sostiene que en el debate se evidenciará que “al interior de las Fuerzas Militares hay un quebrantamiento del orden institucional, en el sentido en que hay unas personas que están abusando de la función que se les ha encomendado en temas de inteligencia y contrainteligencia y que se apartan de los parámetros del presidente y del ministro de Defensa e igualmente de la ley”.
Así las cosas, la discusión está servida para intentar comprender cómo ha sido posible que se hagan estos seguimientos. Y en el marco de la discusión, se empiezan a notar grietas al interior de las Fuerzas Militares por no tener claridad en este asunto. Es por eso que el lunes, el ministro de Defensa pidió unidad en las Fuerzas Militares, eso sí, aclarando que no se tolerarían hechos como estos perfilamientos.