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Una de las más recientes designaciones diplomáticas del presidente de la República, Gustavo Petro, su embajador de Colombia ante los Emeratos Árabes, el académico Víctor de Currea Lugo, está en el ojo del huracán por denuncias por presunto abuso sexual.
La alerta la hizo la representante a la Cámara por el Partido Dignidad, Jennifer Pedraza, quien asegura que el diplomático designado debe responder primero por varias acusaciones que tiene en su contra que datan desde 2014.
“Este señor que acaba de nombrar Gustavo Petro, en la Embajada de Emiratos Árabes tiene múltiples denuncias gravísimas por acoso y abuso sexual hacia sus estudiantes de la Universidad Javeriana y la Universidad Nacional”, señaló la congresista.
Además la representante a la Cámara, quien es la cuota política del excandidato presidencial y exsenador Jorge Enrique Robledo, cuestionó que: “¿No que el Cambio es con las mujeres? Dejen de revictimizarlas al menos”.
Pedraza cuestionó que “para algunas personas del Pacto las denuncias públicas sólo aplican si son contra hombres de otros partidos. Sólo son válidas si le sirven a Bolívar para lanzar su candidatura. Pero si son sobre gente del Gobierno o sus copartidarios, ahí son persecución y ‘chisme’”.
La versión de De Currea frenta a señalamientos por posible acoso
Tras la acusación que ha tomado revuelo en las redes sociales, el profesor De Currea se defendió en una nota que publicó en su blog, en donde opinó que esos señalamientos son una “calumnia” y sostuvo que será el presidente Gustavo Petro quien decida sobre su situación.
“Estos señalamientos siguieron durante mi paso por la Universidad Nacional de Colombia. Sobre estos temas escribí una detallada columna, publicada en la revista Semana en febrero de 2018, en este link explico en detalle cómo se construyeron las calumnias en mi contra”.
Víctor de Currea sostiene, además, que “muchas acusaciones y el matoneo han venido también de grupos de izquierda, dogmáticos, cerrados y puristas. Incluso ONG de derechos humanos se han sumado a la tendencia de condenar y después preguntar. Eso implica un problema mayúsculo para ellas, existencial: si creen en los Derechos Humanos, como aparentemente lo hacen, deberían respetar la presunción de inocencia y el debido proceso. Pero eso se resuelve diciendo ‘le creo a la víctima’, una premisa que ya, de antemano, designa quién es víctima y quién es victimario”.
Cancillería en la mira por nombramientos diplomáticos
La designación de Víctor de Currea-Lugo como embajador no es el primer nombramiento diplomático del Gobierno Petro que levanta cuestionamientos por parte del Congreso.
La Cancillería designó al community manager Moisés Ninco Daza como embajador ante México, a pesar de que él no cuenta con un título profesional. El embajador ante Nicaragua es el excongresista León Fredy Muñoz, quien es investigado tras haber sido detenido mientras transportaba cocaína, en 2018.
Otro nombramiento que despertó cuestionamientos fue el de Armando Benedetti como embajador ante Venezuela, pues el político es investigado por un posible caso de corrupción relacionado con los contratos de Fonade durante la administración de Juan Manuel Santos.
En la Embajada ante Paraguay delegó al político conservador Juan Manuel Corzo, quien durante la Presidencia de Iván Duque fue cuestionado por los alfiles del petrismo –como el representante David Racero– por ser una cuota política de ese partido en la Embajada de Cuba.
La misión diplomática en Chile quedó en manos de otro político, el cacique de Cambio Radical Temístocles Ortega, y el consulado en ese país se lo entregó al estratega político Sebastián Guanumen, recordado por el escándalo de los petrovideos y por “correr la línea ética” durante la campaña para las elecciones de 2022.