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El miedo en el cine colombiano

No ha sido un género que hayan explorado mucho los directores del país. Este ha sido el recorrido.

  • ilustración Elena ospina
    ilustración Elena ospina
30 de octubre de 2019
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Con el eslogan “para la gente que no le teme a la muerte”, la película Funeral siniestro de Jairo Pinilla inició el cine de terror colombiano en 1977 con una historia de los espantos y apariciones campesinas. Se proyectó en su momento con comedias y dramatizados como el El patrullero 777 (Cantinflas), Jesús de Nazareth y los taquillazos de Gustavo Nieto Roa.

Después de Pinill, la tradición del género la siguieron Luis Ospina y Carlos Mayolo, del Grupo de Cali. Tres largometrajes se volvieron referentes: Pura Sangre (1982), Carne de tu carne (1983) y La mansión de Araucaima (1986). El primero, dirigido por Luis Ospina fallecido hace un mes–, sobre un viejo adinerado con una extraña enfermedad que lo obliga a hacerse transfusiones a partir de sangre de niños y jóvenes, como un Drácula no europeo sino del Valle del Cauca.

El segundo, Carne de tu carne, del caleño Carlos Mayolo, fue nombrado como “una historia de amor gótico adolescente”. Incesto, fantasmas, espíritus, canibalismo y vampirismo en Cali. Finalmente, surgió la más emblemática de esta trilogía, La mansión de Araucaima, basada en la novela del mismo nombre del escritor colombiano Álvaro Mutis, a partir de una conversación entre Mayolo y el cineasta español Luis Buñuel.

“Una noche yo le dije a Buñuel, ‘quiero hacer una novela gótica, pero en tierra caliente, en pleno trópico’. Buñuel me contestó que no se podía, que era una contradicción, ya que la novela gótica para él tendría que suceder en un ambiente gótico”, contó Mayolo en 1990. Sin embargo, él hizo la película y cerró la trilogía definitiva que con los años se conocería como el gótico tropical colombiano.

Apariciones

Se ha relacionado el terror con el thriller, el suspenso y la fantasía. No hay consenso sobre los límites. La razón es que se habla de que el cine de terror son las películas con un estilo y argumento que provoca miedo, asusta, incomoda y tensiona al espectador, síntomas que aparecen en otros géneros como el thriller y el drama.

El crítico de cine y docente Jerónimo Rivera circunscribe el thriller al cine policiaco, mientras que el crítico y profesor Carlos Mario Pineda lo asocia con el suspenso. “El terror dice que hay una entidad metafísica, un asunto que genera un miedo excesivo porque hay un miedo externo que va a hacer daño”, comenta Pineda.

En los años 90 el terror pasó prácticamente en limpio en el país, solo hubo unos cuantos cortometrajes del género: en 10 años se hicieron 22 filmes (hoy el promedio son 40 por año), ninguno de suspenso o terror. Sería hasta la Ley 814 de 2003, conocida como Ley del Cine, cuando se reactivó la producción nacional y al haber más experimentos hubo más posibilidad para volver al miedo.

Entre las producciones que exploraron esta línea están Al final del espectro (2006), El páramo (2011), El resquicio (2012), Saudó (2016), Siete cabezas (2017) y Calibán (2019).

Carlos Mario Pineda cree que este tipo de producciones son aisladas y que no muestran una narrativa consolidada ni una apropiación del género. “Siento que de la misma manera que somos muy tropicales geográficamente, nosotros no hemos construido un relato que siga los cánones como los que hay en Europa, a partir de los vampiros”.

De los 31 largometrajes de ficción nacionales estrenados hasta ahora en salas, solo dos son de terror y suspenso (Calibán y Perseguida), los demás son dramas y comedias.

Tampoco los fenómenos paranormales hacen parte la cinematografía local. “Al parecer la realidad desborda a la ficción en horror”, explica Jerónimo Rivera en su libro El papel del cine colombiano (2019).

Consumo

A pesar de la poca producción del género, al espectador colombiano regular sí le gusta ir a asustarse a las salas. El más reciente resumen Industria cinematográfica en Colombia indica que en 2018 el 12 % de asistentes fue a ver cine colombiano, solo superado por la acción (32 %) y la animación (21 %).

El mes pasado IT: Capítulo Dos permaneció varias semanas liderando la taquilla y es una de las más vistas de este año. Como en Funeral siniestro, la gente no le teme a la muerte, pero no hay industria de este género.

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