Ante una agresión, “muchas personas piensan que hay solo dos maneras de reaccionar: dejarse o responder con más agresión”, explican en el kit para la prevención y el manejo de la intimidación escolar que realizó Red Papaz (padres y madres que trabajan por la protección de la niñez y la adolescencia en Colombia).
La alternativa que se propone desde esta agremiación es la asertividad, y es una de las claves que Natalia Cárdenas Zuluaga, coordinadora del posgrado en salud mental de la niñez y la adolescencia de la facultad de psicología del CES, indica como vital a la hora de enseñar autocuidado a los hijos para evitar situaciones de bullying.
“Asertividad significa hacer respetar mis derechos y los derechos de los demás sin agredir a las personas. Hacer conocer mis sentimientos y mis emociones de una forma adecuada. Y eso es con lo que más se trabaja con los niños que son intimidados”, explica la profesional.
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Cárdenas detalla que autocuidado son esas prácticas y acciones para el buen desarrollo físico y emocional de los niños, “con este podemos prevenir riesgos en la adolescencia y en la vida adulta”.
Érika Montoya, directora de alianzas de la Fundación Sergio Urrego, indica que el bullying afecta a los demás y “tiene repercusiones serias en la vida del otro”.
Ambas profesionales compartieron esas claves de autocuidado a tener en cuenta en los hogares para enseñárselas a los niños y adolescentes y disminuir así las consecuencias de la intimidación escolar.
1. Asertividad
Como lo dijo Red PaPaz, es la principal característica. Cárdenas indica que se le puede decir y enseñar al niño que sea asertivo. “Yo le recomiendo a los papás los juegos de roles en casa, es simular la misma situación que viven en el colegio en el hogar, entonces por ejemplo le puedo decir al niño, ‘yo voy a ser el niño que intimida, qué me vas a decir’. Y al empezar en familia a simular esa situación el niño pueda adoptar estrategias que si bien no es lo mismo cuando se presente en la realidad es un entrenamiento previo para que actúe como se debe”.
2. No al silencio
Montoya insiste que no es una opción frente al bullying o cualquier otra situación “que nos haga sentir que nuestros derechos están siendo vulnerados”. Y añade Cárdenas que en general, la intimidación escolar está rodeada por la ley del silencio, “es un fenómeno en el que un niño piensa que si cuenta la situación, esta va a empeorar, o que si cuenta en su casa lo van a regañar. Son creencias que se van desarrollando en la intimidación porque los niños piensan que se lo merecen, que no hay nada por hacer, no reconocen que es intimidación escolar”. Por eso la recomendación es clara y decirle a los niños que no guarden silencio, que cuentan con apoyo en casa para escucharlos.
3. Una red de apoyo
Es otro punto que recalca Montoya. “Uno debe hablar con las personas que sienta cercanas y la red de apoyo pueden ser los padres, amigos, profesores, la gente con la que uno se sienta tranquilo de hablar de estos temas”. ¿Qué pasa si un joven siente que no tiene esa red de apoyo? “Siempre hay especialistas y personas que se encargan de apoyar. Hay líneas como la salvavidas de la Fundación Sergio Urrego (3117668666), una fuente de apoyo para niños, niñas y jóvenes en Colombia, funciona 24/7 para personas que están en crisis”.
4. Enseñar la diferencia entre intimidación y conflicto
La psicóloga Cárdenas explica que para que haya intimidación escolar deben existir tres características: que sea intencional, que haya un desbalance de poder y que se dé con alguna frecuencia. Mientras que un conflicto es “una conducta accidental en la que sucede una situación y se puede dar una solución. Es importante enseñar esta diferencia”.
Precisamente para hablar de este autocuidado y del tema del bullying, este jueves a las 10:30 de la mañana habrá una conferencia gratuita en el Museo Casa de la Memoria.