Unos 2.500 hinchas verdes llegaron ayer a la sede de Nacional en Guarne y con cánticos alentaron a sus ídolos que hoy encararán la primera final de la Copa Suramericana.
Uno a uno los jugadores verdes levantaban las palmas cada que los aficionados coreaban sus nombres. Entre ellos una mención especial para el último gran ídolo verdolaga, Juan Pablo Ángel, que tiene el año soñado de su retiro. Atlético Nacional y River Plate, los dos equipos de sus amores en una final internacional. Un deseo cumplido.
“Primero no soy el que decido si voy a jugar o no. Si me toca y le marco un gol a River no sé cómo voy a reaccionar si lo celebro o no. Lo que está claro es que le guardo un cariño muy especial a River”, dijo el experimentado delantero.
Uno de los nombres más coreados fue el de Edwin Cardona que gracias a sus actuaciones volvió a ganarse el corazón del hincha verde.
La hinchada dejó atrás la molestia que tenían con el volante, cuando se fue por la puerta de atrás en la era del técnico Santiago Escobar. Sin embargo, hoy llegó la reconciliación y adportas de una final la comunión es total.
“Esta es la mejor hinchada del país y hoy lo están demostrando. Venir hasta acá en bus o cualquier transporte y motivarnos de esa manera, no lo hace cualquiera”, dijo el creativo mientras miraba asombrado a la cantidad de aficionados verdes.
Fueron 40 minutos seguidos de banderas ondeantes, gritos a todo pulmón, juegos pirotécnicos, tambores y trompetas para decirle a un equipo que el jugador número 12 es hoy más influyente que nunca. Tal vez sea ese aliento el que impulse hoy el primer triunfo de la serie final, porque la consigna es ganar en casa.
“Trataremos de conseguir una ventaja importante y si no es así, por lo menos, ganar como lo hicimos ante Sao Paulo”, aseguró el capitán Álex Mejía, uno de los que más aplaudió el detalle de la hinchada, que sueña con un nuevo título.
