Las manos de Luis Alfredo Martínez terminaban secas, rajadas, con ampollas y dolor al finalizar el día, y su cuerpo solo encontraba descanso cuando tocaba la cama antes de las 7:00 p.m.
No le importaba salir a las 4:30 de la mañana, en medio del inclemente frío que golpea a Paipa, Boyacá, donde nació, a montar en bicicleta -su gran pasión-, y saber que dos horas después tenía que estar cambiado con la indumentaria que conseguía su sustento diario, la de albañil.
“Siempre me impresionó su fortaleza física, a los 15 años de edad ya era oficial de construcción”, expresa el hombre que le enseñó este arte y a quien Luis acompañaba a laborar desde que era un niño, su padre Pedro Martínez.
Primero empezó como ayudante, mezclando agua, cemento, arena y triturado; luego aprendió enchapar y tuvo la oportunidad de hacer sus propios contratos, eso sí, sin dejar de madrugar a cabalgar en su caballito de carbono.
“Empecé ganando 16 mil pesos, luego, con más experiencia me daban 32 mil, y después, al convertirme en oficial, le terminé una casa a una profesora en Duitama, me pagó 3 millones de pesos, y todo ese dinero lo invertí en una bicicleta”, expresa.
“Antes de tenerla, y cuando no iba con mi papá al trabajo, le cogía sin permiso su bicicleta, y al darse cuenta me regañaba, ahora se llena de orgullo al verme correr dentro del lote nacional”, dice, mientras ríe, Luis Alfredo, del equipo Coldeportes Claro, y uno de los hombres más destacados en la Vuelta a Colombia 2015.
Por cosas del destino, la albañilería fue la que le abrió al boyacense las puertas para ser ciclista profesional.
“Estaba ayudando a terminar la casa del médico Camilo Pardo (ahora en el Coldeportes), quien se asustó cuando llegué a la obra en bicicleta. Le dije que me gustaba el pedalismo, pero que no contaba con apoyo”, dice Martínez, al recordar que ese hombre le aseguró que si era juicioso y responsable le ayudaría a salir adelante en este deporte.
Oportunidad que no desaprovechó el corredor, quien a sus 18 años empezó a rodar en el pelotón nacional.
Ya con 27, ha tenido el privilegio de lucir por un día la camiseta de líder de la Vuelta a Colombia en 2013, año en el que fue subcampeón de la montaña así como en 2014.
“Año tras año sigo adquiriendo experiencia, me siento fuerte, y con la ilusión de reinar en algún momento en esta carrera”, sostiene Luis Alfredo, quien llegó a construir cinco viviendas.
“Ya no lo hago, porque estoy dedicado 100 por ciento al ciclismo, en el que me pagan mejor”, indica el albañil en bicicleta, quien ahora fabrica su bienestar pero en el deporte, para lograr sus sueños y brindarles alegrías a su hija María Luciana y esposa Diana Parra.