“Mi padre, quien me acompaña en moto durante mis entrenos en Colombia, es el único que conoce cuántos kilómetros y esfuerzos he hecho”.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
Hoy se cumplirá la última cita del Tour 2019, en el denominado Paseo de la Victoria con Egan como rey.
“Mi padre, quien me acompaña en moto durante mis entrenos en Colombia, es el único que conoce cuántos kilómetros y esfuerzos he hecho”.
Por AFP, EFE y REdacción
Este domingo, cuando levante sus brazos como campeón del Tour de Francia en el Arco del Triunfo, el joven Egan Arley Bernal Gómez comprobará a plenitud de la grandeza de su hazaña, esa que aún no ha podido asimilar, tal como lo reconoció tras arribar cuarto en Val Thorens, penúltima etapa que ganó el italiano Vincenzo Nibali.
El cundinamarqués, de 22 años, confesó que solo cuando su compañero Geraint Thomas lo felicitó en la meta sintió que había dado el último pedalazo que le acreditaba el título y otra vez se emocionó. Solo que esta vez no afloraron lágrimas como en la víspera, cuando lloró como un niño.
En su contacto con los periodistas, el corredor lució reposado, a la espera del día de la consagración final: “Aún falta llegar a París. Pero esto sigue siendo algo increíble. Todavía no entiendo lo que me está pasando. Ahora estoy algo más tranquilo, pero voy a necesitar varios días para entenderlo”.
Aseguró que desde la salida pensaba en que se sentía bien, “pero cada kilómetro que pasaba iba pensando que me quedaba uno menos. No me di cuenta que había ganado hasta que en la llegada Geraint me dio la mano. Entonces entendí que había ganado el Tour”, dijo.
Egan contó que desde el año pasado estaba preparando el Giro de Italia como objetivo, pero se cayó y se rompió la clavícula. “Las cosas pasan por algo, es increíble. Si hubiera corrido el Giro o si no me caigo no estaría ahora aquí de amarillo”.
Bernal considera que a su edad y después de correr un Giro hubiera sido difícil recuperarse. Tras la lesión su entrenador estaba triste, pero él empezó a pensar en el Tour.
Dijo que todavía no había analizado con detenimiento su gesta y que necesitaba llegar al hotel, darse una ducha y digerir lo que le está pasando, “no me lo puedo creer”.
Reconoció que los tres finales por encima de los 2.000 metros de altura, algo que nunca antes había tenido el Tour, pudieron ayudarle a ganar la carrera, porque él vive a 2.600. “Para mí fue ventaja. Cuando estaba subiendo y me encontraba arriba, en la montaña, me sentía mejor que en la primera parte de la cuesta. Soy un escalador y me gusta subir, cuantos más kilómetros mejor”.
En relación a lo que sigue tras lograr la primera victoria en el Tour, manifestó: “si ganas el primero vas por el segundo, luego el tercero, los cinco tours... Habíamos ganado Giro y Vuelta, no podíamos con el Tour. Rigo (Urán) y Nairo (Quintana) fueron segundos. Con suerte mañana (hoy) seré el primer colombiano en ganarlo”, dijo.
Sobre el buen momento del ciclismo nacional, Egan respondió que es como una ola: “viene un colombiano lo hace bien y los equipos se fijan en otros, aunque tenemos la desventaja de estar al otro lado del océano. Pero yo estoy orgulloso de ser colombiano. Ahora habrá muchos niños que en el futuro estarán acá y la van a sacar del estadio. En unos años Colombia será todavía más fuerte”, avisó.
Salvo acontecimiento extraordinario, Bernal se convertirá en el más joven ganador del Tour desde la época moderna (ver ayuda), tras la Segunda Guerra Mundial, superando a Felice Gimondi (1965).
Lo acompañarán en el podio Thomas, segundo a 1.11, y el holandés Steven Kruijswijk (1:31), que aprovecharon el bajón del francés Julian Alaphilippe, líder hasta el viernes.
Queda por disputarse la última etapa, una teórica formalidad de 128 km entre Rambouillet y París. Los Campos Elíseos ya esperan a Bernal, su nuevo rey n