Con la bicicleta más “dañadita” que tenía. Así empezó el amor de Gloria Cecilia Vélez por el ciclismo. En la actualidad, esa relación se fortalece gracias a los Miércoles de Clásico EL COLOMBIANO, que tendrán hoy un nuevo recorrido virtual.
“Participé en una carrera de cinco días en Santa Marta cuando tenía 25 años. Ahí empecé, y ya con amigos seguí saliendo a rodar. Después se acrecentó esa pasión con mi esposo Óscar Mauricio, porque es fanático al ciclismo”, cuenta.
Durante el confinamiento fue su marido el que también la motivó a hacer los recorridos por el simulador, pero es que además de la goma, ella es un ejemplo de vida. Padece de una embolia que le genera coágulos en los pulmones y, con esta actividad deportiva, mejoró sustancialmente. “Fui nadadora toda la vida y hace 10 años que tengo ese padecimiento que me sacó mucho del deporte. Ahora, con la cuarentena, volví a entrenarme juiciosa, aprovechando el tiempo libre, y empecé a correr los clásicos virtuales”.
Reconoce que gracias a esa constancia su salud va para arriba: “Como nadadora era muy aeróbica y me gustaban las pruebas de fondo, debido a mi enfermedad quedé como si nunca hubiera hecho ejercicio por culpa de los coágulos. He notado que, de marzo hasta acá, mejoró mucho la parte pulmonar con los entrenamientos y El Clásico me reta por más tiempo, me generó otra exigencia”.
Ella manifiesta que en el simulador aprendió cosas como la cadencia para pedalear y el ritmo. “Es un tema que me ha encarretado bastante”.
A sus 46 años, su camino insiste en cruzarla con el ciclismo, y hoy es la administradora del velódromo Martín Emilo Cochise, donde también trabaja duro en la reapertura del escenario. “Estoy con el Inder desde hace 6 años, manejé el patinódromo y el diamante de softbol. Este año me asignaron el velódromo, apenas estamos reactivando la parte administrativa, pero obviamente que ese espacio me acerca más a la goma ciclística”.
Ya habla como una experta sobre el Tour de Francia, la Vuelta España o el Giro de Italia. “Todos los días quiero aprender más de este deporte tan difícil y bonito”.
Destaca que El Clásico virtual le brinda seguridad y tranquilidad, ya que es riesgoso para ella salir a las calles a montar. “Normalmente llego a mi casa a las 6 de la tarde y me toca pedalear en la noche, con el peligro que eso conlleva, además del tráfico”.
Recuerda que en los primeros recorridos virtuales del Miércoles de Clásico, que iniciaron en abril, se inscribían como 120 personas, pero finalmente participaban como 30 0 40, “ahora son casi 200 y terminan más de 100 las carreras”.
Dice que el nivel es muy alto, porque al principio ella era la última. “El puntico azul que iba por allá atrás, pero en las montadas más recientes ya hay gente detrás. El hecho de que ahora no soy la última me demuestra una evolución”.
Hoy, nuevamente estará pegada al simulador y oxigenando, no solo sus pulmones, sino también su vida.