Después de nueve días de la Vuelta a España, el cartel de favorito lo porta el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma), reforzado al resistir los primeros exámenes de montaña antes de la contrarreloj clave de Pau, su terreno, donde hoy tratará de abrir diferencias con el líder Nairo Quintana, Alejandro Valverde y Miguel Ángel López.
Empate técnico entre el póquer de “gallos” de la general, separados por solo 20 segundos, una diferencia que en suelo francés, y si los pronósticos se cumplen, deberá tomar holgura por la superioridad de Roglic en la crono de 36,2 kilómetros respecto a sus oponentes escaladores.
El recorrido no será fácil ya que además de ser bastante sinuoso presenta una ascensión sin grandes rampas pero continua de unos tres kilómetros a la que seguirá poco después del ecuador otra a la Cote de l’Église, en el kilómetro 21.
Tras un descenso de casi cuatro kilómetros se llegará a la zona más plana en la que los ciclistas que sean capaces de mover grandes desarrollos podrán abrir diferencias con respecto a los escaladores.
El esloveno sobrevivió a los ascensos de los primeros días, sobre todo los de Andorra.
Ahora, ante la inminente semana clave de la montaña del norte, las calculadoras entran en acción. Quintana, Valverde y Supermán asumen que van a perder tiempo, en torno a los 2 minutos, pero la idea para ellos es “minimizar lo máximo posible” la herida que esperan.
Ayer, en la jornada de descanso en Pau, en las filas del Movistar rondó el optimismo.
“Sabemos que mañana -hoy- es un día muy importante. Somos conscientes que el líder virtual es Roglic, ya que con la crono que viene puede sacarnos ventaja al ser especialista. Tenemos que dejarlo todo en la carretera y después intentar recuperar en los días posteriores”, dijo Nairo, quien aventaja por seis segundos al esloveno, por 17 a su compatriota López, mientras que Valverde es cuarto a 20.
Entre tanto, Supermán López descansó mientras curaba las heridas de su caída en la pista de tierra de Engolasters, y lamentando su mala suerte en un momento en el que tenía “piernas” para haber propinado un buen golpe de tiempo a Roglic y demás rivales. El líder del Astana se agarra a esas buenas sensaciones y al trabajo de su equipo en Andorra para ver con ilusión el futuro de una Vuelta que tendrá muchas opciones para los escaladores. Habrá tiempo para todo .