Hace solo dos años, cuando su nombre dio un campanazo mundial al ganar el Tour de l’Avenir, carrera francesa sub-23 que sirve de trampolín para dar el salto a la élite del ciclismo mundial, Egan Arley Bernal sorprendía con su carácter.
En ese instante de alegría en la localidad alpina Albiez-Montrond, donde terminó la competencia y en la que por medio de Twitter recibió el primer guiño de Chris Froome al felicitarlo y decirle que no veía la hora de tenerlo de compañero en el Team Ineos, antes Sky, Bernal respondía con tranquilidad y confianza ante las preguntas que le hacía EL COLOMBIANO.
-Usted es joven, ¿al llegar allí cree que los triunfos suyos se demorarían tras conocer que hay hombres de mayor jerarquía?
-“Uno se tiene que preparar para brillar desde este momento, pero la misma vida le va diciendo a uno cuándo es”.
Y esa admirable convicción, gracias a una fortaleza física y mental que lo respaldan, sumado a un respeto que no lo dejan crecerse en egos, han llevado alto al corredor, tanto que ya es campeón del Tour de Francia, proeza para el hombre de 22 de edad.
“No fue casualidad”
Aunque Bernal llegaba como gregario a la ronda francesa del último campeón Geraint Thomas, la carretera delató que el colombiano era el más fuerte de la prueba, en la que, de hecho, no logró ninguna fracción.
Brandon Rivera, campeón olímpico de la juventud en Nankín-2014 y amigo de Egan, comenta que un Tour no se gana de la noche a la mañana, y que la planificación, el deseo, persistencia, las ganas y una buena preparación permiten el éxito de un deportista
“Él estaba ganando el Tour desde que se metió la idea en la cabeza que quería estar allá, y para que se le diera esa oportunidad hizo esfuerzos, sacrificios, invirtió horas y días de entrenamiento y ahora se ven los resultados, lo hecho no es una casualidad”, expresó Brandon, quien en el municipio de Zipaquirá, ambos a la edad de 8 años, comenzó a entrenar con Bernal la modalidad de ciclomontañismo.
En el reciente Tour, el compromiso y cuidados de Egan también fueron determinantes. Si bien su rol era el de defender a Thomas, más allá de llegar en mejor nivel tras ganar la París-Niza y la Vuelta a Suiza, el cundinamarqués siempre fue respetuoso a las determinaciones de su equipo, pero jamás se relajó en el más mínimo detalle.
“Al final se va sintiendo el dolor en las piernas hasta cuando se bajan las escaleras, el pulso amanece un poco más alto... Así que se debe estar muy concentrado, dormir una hora más cada jornada, si se suman, son 21, casi un día, entonces esas pequeñas cositas van marcando la diferencia”, indicó Bernal cuando ni siquiera se llegaba a la tercera semana de carrera.
Sabe lo que quiere
Es tanta la concentración que se requiere en una cita como estas, que el ciclista cundinamarqués le pidió a sus seres queridos, entre ellos su padre Germán, que llegaron seis días antes del final en París, que se vieran días después porque deseaba mantener enfocada su mente en las etapas decisivas del Tour.
En referencia a ello, Adriana García, sicóloga de Indeportes Antioquia, dice que el reciente rey en los Campos Elíseos delata eficiencia cognitiva.
“Es un chico que tiene muy claro cuál es la tarea, cómo se deben hacer las cosas. Es ordenado en cada parte, va paso a paso, pero seguro. Sabe resolver los retos desde su capacidad de analizar, posee intuición, y uno ve sus bondades en palabras y hechos”.
El entrenador nacional de ruta Carlos Mario Jaramillo, de bajo perfil pero con importantes resultados que evidencian su buen trabajo, comenta que hay distintos factores que influyeron a la conquista de Bernal en la ronda francesa.
“La primera de ellas es que se trata de un corredor completo, se desempeña en los diferentes terrenos, sabe ubicarse y estudia muy bien a los rivales, en sí tiene una gran lectura de carrera. Además tiene una cabeza muy fuerte, tanto que al ver su madurez deportiva siempre dejó ver que estaba para cosas grandes”, dijo Jaramillo.
En ese sentido, el francés Nicolás Portal, director deportivo del Team Ineos, aseguró que esa solvencia con la que el zipaquireño afronta las competencias, y que lo hace ver como un corredor de mayor edad, permitieron que le dieran vía libre para correr en 2018 su primer Tour, más allá de la polémica que se levantó por afrontarlo tan pronto.
“Egan, sin problema, hubiera podido conseguir el maillot blanco -mejor joven- de ese anterior Tour, y puede doler no haberlo ganado, pero no importa, pues ayudó a Thomas y a Froome a lograr el maillot amarillo. La gente quiere ver a Bernal vistiendo ese color de camisa, y él ya aprendió a correr en Francia para ganarla en los próximos años”.
Palabras que se empiezan a cumplir, pues quieren hacer del colombiano una leyenda como lo es Froome, cuatro veces campeón de la ronda gala.
Por eso, como agregó Portal, quisieron arropar a Egan con pedalistas de confianza y talentosos como él, como su compatriota Iván Sosa.
“Es que pensamos a futuro, en un súper equipo, por eso le apostamos a la juventud. Queremos un buen respaldo para Egan, y Sosa puede estar a la velocidad de él, creemos que es un súper gregario, que puede estar al mismo nivel, y que los dos se complementen” .
7.968
kilómetros, la distancia recorrida este año por Egan en 53 días de carrera.