Por JHEYNER A. DURANGO HURTADO
Los entrenamientos de Egan Bernal (Team Ineos) y Rigoberto Urán (EF) -ver protagonista- en carretera vienen siendo tendencia en redes.
Tras casi dos meses sin hacer ruta debido al aislamiento como medida de prevención por el coronavirus, las publicaciones de estos dos hombres generan ilusión y admiración.
Egan, vigente campeón del Tour de Francia, llamó la atención tras la práctica del pasado domingo por territorio cundinamarqués.
“Apocalipsis!!! Bruto pero decidido”, fue el mensaje de Bernal, acompañado de una imagen de su dispositivo Garmin, el cual reveló los datos que arrojó en la rodada.
Recorrió una distancia de 237,8 kilómetros, a un promedio de velocidad de 31,7 kilómetros por hora. El ascenso total que hizo fue a 3.260 metros sobre el nivel del mar, quemó 4.739 calorías y se demoró en el trayecto 7 horas, 30 minutos y 12 segundos.
Jenaro Leguízamo, entrenador deportivo y quien ha trabajado temas fisiológicos, de técnica y biomecánica con algunos de estos corredores, entre ellos Egan, manifiesta que este tipo de entrenamientos de fondo son normales para un pedalista de resistencia. “Es el tiempo adecuado para hacerlos, por las competencias que se avecinan, como el Tour, el cual es de tres semanas, o sea, de largo aliento”.
Leguízamo señala que no es raro que Bernal haga estas montadas unas tres veces a la semana. Incluso, al analizar el promedio de velocidad de Egan, manifiesta que este no es que haya sido tan alto.
“A pesar de tener tantos metros de ascenso, está haciendo horas de bicicleta con intensidades moderadas. Eso genera unas adaptaciones óptimas en el sistema cardiovascular. Son ejercicios vitales en la preparación, que proporcionan unas mejorías que no se consiguen con los entrenos rápidos, como de contrarreloj, piques o tras moto”.
Por ello, y para recuperar el tiempo perdido, el entrenador dice que Bernal necesita tener muchos kilómetros en las piernas. “Debe seguir estas prácticas con frecuencia” .
