De cal y arena. Mientras las piernas del boyacense Nairo Quintana (Movistar) flaquean en el Tour de Francia, las del antioqueño Rigoberto Urán (Cannondale) cada vez se ven más fuertes.
Urán, luego de exhibir ayer una singular vitalidad, física y mental, en la etapa reina de los Pirineos, sobre 214 km entre Pau y Peyragudes, con seis premios montañosos, y arribar segundo detrás del vencedor Romain Bardet (Ag2r), aumenta la ilusión de Colombia de verlo en el podio final en París.
Si bien fue sancionado con 20 segundos en meta debido a que recibió una botella con líquido en los últimos 10 km, lo cual no está permitido, Urán permanece cuarto en la prueba, a 55 segundos del nuevo líder, el italiano Fabio Aru (Astana), que dio un gran golpe al arrebatarle ese privilegio al británico, Chris Froome, quien en los metros finales no pudo contestar los ataques de sus rivales.
En cuatro presentaciones que suma en el Tour, el paisa cumple su mejor actuación. En 2009 terminó 52°, en 2011 fue 24° y en 2015, 42°. Nunca antes, como en la presente edición, había ganado una fracción o arribado en otra en la segunda posición. Fue tercero en la cuarta jornada (Lorient y Mar-de-Bretagne) de 2011 y en la 17 (Digne-Les-Bains y Pra-Loup) de 2015.
“Uno tiene dos años malos y ya te quieren retirar. Estoy bien y joven”. Así las cosas, haciéndole honor a su sello personal de Go Rigo go, Urán acelera firme para romper los pronósticos en la carrera más prestigiosa del mundo.
