Por JHEYNER A. DURANGO HURTADO
Sergio Andrés Higuita es el fiel reflejo del ciclismo de vieja data, el que hace honor a la sorpresa, a lo imprevisto, a los ataques lejanos, demoledores, que rompen la desesperante calma del pelotón para intentar un osado triunfo.
De esa manera, confiando en sus sensaciones, el corredor antioqueño, que no hace menos de un año llegó al WorldTour con el equipo estadounidense EF Pro Cycling, ganó la etapa 19 de la Vuelta a España 2019 en Becerril de la Sierra y, recientemente, la medalla de oro en los Campeonatos Nacionales de ruta en Tunja, Boyacá.
A sus 22 años de edad, el hombre que se hizo ciclista subiendo por las empinadas calles del barrio Castilla, donde creció, se erige como la nueva figura de la interminable cantera de ciclismo que brota en Colombia.
Con mesura y una madurez asombrosa, Sergio manifiesta que trabaja para ser uno de los mejores pedalistas del mundo. No siente presión por la responsabilidad que empieza a caer sobre sus hombros; al contrario, lo apodera una mayor motivación para seguir escalando en un deporte en el que ya goza de admiración internacional.
Esta nueva estrella del pedal, quien se alista para debutar este martes en el Tour Colombia 2.1, habló con EL COLOMBIANO.
¿Qué siente al saber que por este año, tras ganar el Campeonato Nacional, será identificado en el ámbito mundial como el rey de la ruta en Colombia?
“Es un orgullo inmenso. Años atrás veía a otros campeones portar la bandera de sus países y me llenaba también de ilusión lucirla en el pecho. En realidad es un sueño que estoy cumpliendo. Me preparé bien, no sentí presión, solo disfruté de la carrera y lo logré”.
Cuentan que le fue complicado conciliar el sueño los días siguientes tras imponerse ante ilustres como Egan Bernal, Daniel Martínez, Nairo Quintana...
“Sí, fue un poco difícil por la adrenalina de la carrera y la emoción de imaginarme con el uniforme de campeón nacional. Al día siguiente lo pasé completamente desvelado”.
Se le nota, con sus ataques, que le gusta romper con el ciclismo medido, controlado...
“Tengo muy buena visión y manejo de carrera. La experiencia de Europa me ha dado un plus. Ya sé en qué momentos atacar, regular y sufrir más. Me gusta ser un corredor agresivo, de ataque, de dar candela, estar en los cortes, me encanta dar exhibición, espectáculo. Al final, si no gano me queda la tranquilidad de que se peleó hasta el final”.
Sorprende que a su edad muestre tanta madurez en carretera, ¿cuál es su secreto para aprender y hacer la diferencia tan rápido sobre una bicicleta?
“La experiencia de correr, de ver cómo se desarrolla cada competencia, así como el análisis que logré con mis superiores, desde pequeño, leyendo las carreras cuando me formé en el velódromo. Allí había que pensar rápido para solucionar problemas, hacer movimientos veloces, regular, apretar, todo ello lo aprendí en la pista”.
Eso comprueba que para ser un rutero íntegro se debe incursionar en otras modalidades del ciclismo...
“Claro que sí, todo es un complemento para adquirir experiencia. Hacer pista, ciclomontañismo y desarrollar la parte neurológica es primordial para tener una buena formación”.
¿Qué le da a entender la victoria en la altura de Tunja y ante semejantes rivales que tuvo?
“Que sí puedo lograr lo que me propongo. Esta me permitió adquirir mayor confianza, conocerme más”.
Hace tres años, su formador Luis Fernando Saldarriaga le dijo que debía dejar el barrio Castilla y arrendar una casa en Santa Elena para continuar allí sus entrenamientos, ¿qué pensaba en esos momentos cuando se distanció de su familia?
“No fue fácil, pero para perseguir los sueños hay que hacer sacrificios de momentos y tiempo. Para salir adelante uno tiene que estar enfocado al ciento por ciento en lo que se quiere, en hacer las cosas como son, porque la disciplina y la perseverancia son lo que, al final, priman en este deporte, así como en la vida. Esos esfuerzos han valido la pena”.
Su mamá, Marleny, comenta que usted también es bastante espiritual, que no falla en la iglesia cada domingo cuando está en Medellín, ¿de dónde nace esa devoción?
“Sí, me gusta mucho conocer la palabra de Dios. Hasta trato de reunirme con un grupo de alabanza para aprender más la palabra de Él. Lo hago porque siento que las personas necesitamos esa fortaleza para afrontar muchos obstáculos ya que en la vida nada es perfecto, pero con esa ayuda espiritual se puede superar todo sin necesidad de caer en vicios vanos”.
En una entrevista anterior expresaba que un anhelo era darle casa a sus papás, y sorprende que antes de terminar su primer año como corredor WorldTour lo logró. A su edad pocos tienen esa oportunidad y vocación de bondad...
“Esto es como un ejemplo para los demás jóvenes. Si se sueña, lucha y persevera se pueden lograr las metas. La fuerza mental es importante para no rendirse. Hay veces en que queremos obtener todo y por eso se cometen errores; con calma todo llega a su debido tiempo”.
En el ciclismo también se cometen errores por tratar de lograr rápido cosas importantes, ¿qué les aconseja a los pedalistas que toman el camino diferente al decidir utilizar ayudas como sustancias prohibidas?
“Que se debe tener paciencia, que las claves fundamentales son aprender e invertir en uno mismo, tener un buen nutricionista, tecnología para entrenar... detalles que marcarán una diferencia abismal para no llegar a esos caminos indebidos”.
Con lo que acaba de evidenciar, ¿cree que le puedan dar la oportunidad de luchar por el título del Tour Colombia?
“Son carreras diferentes y hay que esperar qué dispone el equipo, en el que hay corredores muy fuertes, y con cualquiera podemos obtener la victoria. Todos trabajaremos por el que esté mejor. No niego que soñaría con obtener el título o por lo menos ganar etapa”.
¿Cree que este año se le pueda dar la oportunidad de estar en otra gran vuelta, quizás el Tour de Francia?
“Sí, se planteó con el equipo competir en el Tour”.
Es un privilegiado al tener esta oportunidad con su juventud...
“Así es, las cosas se dan cuando deben llegar. Espero no tener percances para estar allí y aportarle al equipo. La disciplina, constancia, el luchar día a día por lo que amas y la motivación te permiten superar barreras y alcanzar los sueños. Lo importante es seguir trabajando con pasión” n