Con convicción en su talento y felices porque hacen lo que les gusta y representan bien al país, según el entrenador Jaime Cuervo, los jugadores de Colombia golearon ayer 4-0 a Francia en Santa Coloma, una población tranquila, llamada la Selva de Cataluña y, en donde el orden es la razón de ser de sus cerca de 10.000 habitantes.
En el rectángulo de 40 metros de largo por 20 de ancho de madera fina y apta para desarrollar velocidad, técnica y buen juego, los integrantes del combinado patrio se gozaron el compromiso y demostraron, por qué son los actuales campeones del mundo en fútbol de salón.
Con la seguridad del portero Óscar García, el respeto que infunde John Pinilla (figura del partido con tres anotaciones), la técnica de Camilo Gómez (hizo el cuarto), la alegría de Andrés Murillo y la movilidad de Jorge Cuervo y Diego Abril, Colombia fue superior al quinteto galo que tiene mucha historia y demasiada cultura, pero en el salonismo apenas inicia su recorrido, aunque tiene un portero seguro como Sebastien Alcaraz.
“Haber reconocido el coliseo, probar con tiempo la pelota rápida y liviana que utilizaremos en el Mundial de Bielorrusia, probar movimientos y apreciar un poco el juego de los franceses fue determinante para la buena presentación antes del estreno en Copa Mundo el sábado frente a Venezuela”, fue el balance de John Celis, el veterano del grupo y uno de los seis campeones de 2011.