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En la peor crisis del fútbol nacional por causa de la pandemia del coronavirus, los dirigentes de los 36 clubes profesionales del país se han enfrascado en una lucha de poder y de dinero, y en lugar de trabajar juntos en busca de soluciones, están creando más caos.
Esta apreciación de Carlos González, presidente de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), basada en los últimos errores administrativos de la Dimayor y los escándalos de la Federación (investigación por reventa de boletería), la ratificó la entidad en comunicado de prensa al asegurar que “nuestro balompié necesita un cambio de estructura”.
El historiador Juan Manuel Uribe explica que es la primera vez, desde su creación (1948), que hay una división tan marcada en la Dimayor, pues los líos anteriores fueron entre esta entidad y Adefútbol (adscrita a la Conmebol y a la Fifa desde 1936), que en 1949 y 1964 la desafilió.
La actualidad presenta un panorama complejo, pues por estar pendientes de polémicas, los representantes de los equipos no han resulto las prioridades: sistema del torneo para lo que resta de 2020, cómo será el ascenso y el descenso, el campeonato de la Primera B, la Liga Femenina y reglamentar la inscripción de los jugadores que quedaron sin contratos. Se espera que en la asamblea del próximo 24 de julio haya luz verde.
Mientras tanto, camino a la reactivación del fútbol, 18 elencos (faltan Jaguares y Cúcuta) entraron a la fase 3 del protocolo que irá hasta el 19 de agosto.
Las discusiones
Jorge Enrique Vélez ya no tiene el respaldo mayoritario para continuar como presidente de la Dimayor. A los 16 elencos encabezados por el Cali, que le pidieron la renuncia públicamente, se unieron Millonarios, América, Nacional, DIM, Once Caldas y A. Petrolera.
En las últimas horas, en una reunión de directivos, se habló de la posibilidad de crear una nueva Liga, pero como dijo el mayor accionista de Millonarios en La W, “fue solo una idea, no hay propuestas concretas”.
Clamó por buscar unidad, “un buen remplazo de Vélez y dejar atrás las viejas prácticas de la dirigencia de clubes parásitos”. Esta aseveración molestó a Eduardo Méndez, presidente del Santa Fe, quien le recordó que muchos de esos elencos que llaman “chicos” tienen mejor infraestructura que los “poderosos”.
En el fondo de la problemática está la distribución del dinero por los derechos de televisión, dijo González, al recordar que esto lo han impulsado hace rato los equipos con más rating e inversión, que piden una repartición equitativa.