Carlos Queiroz había advertido que mantendría el trabajo de su antecesor José Pekerman, cuya idea de entregar la iniciativa al rival y contragolpear llevó a la tricolor a los mundiales de Brasil y Rusia. Y así pareció mostrarse por momentos en el juego que el elenco suramericano sacó adelante 1-0 sobre el combinado de Japón y del que Duván Zapata fue la pieza clave para darle un “revolcoón” al desempeño del conjunto nacional.
Con el luso, Colombia tuvo más el balón, pero fue frágil en defensa y estéril en ataque en un primer tiempo en el que solo sumó dos posibilidades claras de gol frente al arco nión.
El exentrenador del Real Madrid leyó bien sus debilidades y movió sus fichas para la parte complementaria. Acabó con la fiesta japonesa por su izquierda al clavar a Zapata, que ingresó por Sebastián Villa, por la zona que minutos antes Muroya hizo suya.
El delantero del Atalanta fue un envión anímico imparable. Su fortaleza y velocidad complicaron la zaga rival. De un disparo suyo, que Tomiyasu frenó dentro del área con la mano, nació el penal que Falcao convirtió en gol.
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El tanto agigantó a los colombianos. Segundos más tarde Muriel desbordó por izquierda y su remate, aunque suave, puso en aprietos a Higashiguchi, que manoteó y evitó el 2-0. Y al cierre del encuentro un fusilazo de la promesa Luis Díaz, que golpeó en el palo, por poco sentencia el juego.
Moriyasu se jugó sus restos e ingresó a Kagawa en busca de un empate que nunca llegó. Pero fue Nakajima, su mejor hombre, quien por poco iguala la partida. En el único despiste colombiano, remató desde el borde del área y Vargas voló al ángulo superior.
A buena muñeca y maximizando el trabajo de antaño, Queiroz ganó en su primer paso en el camino que lo llevará a la Copa América de Brasil en junio.
Cambios
La selección sudamericana, diezmada por las lesiones de cinco jugadores clave, se llevó el triunfo con un gol de penal de su capitán, Radamel Falcao García, tras una mano del defensa Tomiyasu.
“Estamos muy contentos, pienso que hoy Colombia ha jugado con mucha personalidad y criterio (...). Sacamos (adelante) este partido, que para nosotros nos sigue dando confianza”, dijo el Tigre, goleador histórico de los cafeteros.
Aunque los hombres de Hajime Moriyasu tuvieron un buen primer tiempo, con una actuación destacada de Nakajima, pecaron por su falta de definición.
Ya en la segunda parte Queiroz dio un golpe de mesa con el ingreso de la revelación del Calcio, Duván Zapata, que cimentó las puertas del triunfo colombiano.
Colombia ahora fija sus cañones en el amistoso del martes, cuando enfrentará a Corea del Sur en Seúl. Los nipones, en tanto, chocarán ese mismo día con Bolivia en Kobe.