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7 y 9
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Tras el triunfo rojo en el clásico la lucha podría trasladarse a la tabla
de reclasificación.
Cómo cambian las cosas; cuando Nacional derrotó 2-0 a Medellín en el clásico de abril pasado, en lo que acabaría siendo el mejor partido en los ocho meses de gestión de Jorge Almirón, el club estaba rodeado por un entorno de certezas y generosos pronósticos.
Pocos podrían vaticinar que seis meses después la institución estaría sumida en un caos semejante.
Hoy Medellín se da el lujo de ostentar dos cosas que el cuadro verde carece: un valioso creativo (Andrés Ricaurte), la coherencia de un cuerpo técnico que aguantó el chaparrón y ahora parece salir a flote y la tranquilidad que da ganar un clásico con autoridad.
Ahora, el Poderoso podría ir por algo más que pertenece transitoriamente a Nacional: el cupo a Libertadores por reclasificación.