A los primeros 90 minutos de la final entre Junior y América por el título de la Liga Águila-2, que se jugaron este domingo en medio de la algarabía y el entusiasmo de los barranquilleros en el estadio Metropolitano, les faltó el gol. Ese hubiese sido el mejor premio para las dos fanaticadas que buscan festejar un nuevo título este diciembre.
Pero los protagonistas no se hicieron daño a pesar de poner ganas y ardentía en la cancha, y dejaron para el sábado el desenlace de un duelo que se torna parejo y en el que ninguno, con el resultado de ayer, puede cantar victoria. Los diablos rojos prolongaron su buena racha como visitante en esa plaza, pues los tiburones no les ganan allí desde el 20 de julio de 2017, por 3-0.
En la etapa inicial el local tuvo una tenencia de balón del 64 por ciento, pero careció de profundidad y contundencia frente a un rival aplicado que cuando decidió atacar, complicó con el espigado delantero Michael Rangel, líder de artilleros del campeonato.
Un gol anulado a Teófilo Gutiérrez por claro fuera de lugar y otra llegada peligrosa del veloz Edwuin Cetré fueron los momentos más claros del equipo anfitrión en el primer periodo que, esta vez, no encontró espacios para lanzar a Marlon Piedrahíta por la banda derecha.
En conclusión, fueron 45 minutos con más intensidad que claridad en el último cuarto de cancha, en especial de Junior porque la “Mechita” se acercó poco al arco de Sabastián Viera, pero cuando lo hizo generó sustos.
El uso del VAR (árbitros asistentes de video) por primera vez en la Liga colombiana permitió un duelo limpio y justo, en el que el juez central Mario Herrera, de Meta, y sus asistentes cumplieron a cabalidad la tarea.
El periodo complementario no cambió mucho el semblante del partido, con Junior llevando la iniciativa y América aferrado a la táctica, con lo cual fue confundió y complicó a los tiburones ante una tribuna que con el paso del tiempo perdió el entusiasmo.
El duelo de ida de esta final resultó cerrado, con mucho respeto entre ambos elencos, que deberán esperar hasta el sábado para definir en el Pascual quién de los dos levanta una nueva copa en el fútbol colombiano, la décima para los junioristas o la 14 para los americanos .